Ni su repatriación ni el "suero milagroso" que recibía el religioso han sido suficientes para atajar la enfermedad
Fallece Miguel Pajares, el sacerdote toledano enfermo de ébolaOCLM Esta mañana, a las 9:28 horas, ha fallecido en el hospital Carlos III de Madrid Miguel Pajares, el religioso español que contrajo el Ébola en Liberia y que fue trasladado el 7 de agosto a España. Pajares se convierte en la primera víctima mortal de esta enfermedad en Europa, que ya ha matado en África a unas 1.13 personas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La muerte llega después de que ayer se le comenzara a tratar con "el suero milagroso", el ZMapp, un medicamento norteamericano en fase experimental para luchar contra el virus y que también está tratando a los repatriados contagiados en Estados Unidos. La Agencia Española del Medicamento trajo a España el fármaco desde Ginebra, y Pajares llevaba comenzó a recibir tratamiento con él.
Nada hacía presagiar ayer este desenlace, cuando la hermandad de San Juan de Dios, a la que pertenecía el misionero de Iglesuela, afirmaba ayer por la tarde que Pajares estaba "estable" y que "todo está controlado". Las dolencias previas de Pajares, de 75 años, pueden haber tenido algo que ver en el fallecimiento.
En un breve comunicado, la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, confirma la muerte de su hermano "agradece todas las muestra de apoyo que ha recibido desde las administraciones públicas de la sociedad en general y particularmente el buen hacer de los profesionales del hospital que han atendiendo al hermano Pajares".
Según el protocolo fijado por el Ministerio de Sanidad para los casos de ébola, está prohibido realizar la autopsia al enfermo, ya que las posibilidades de contagio se multiplican tras el fallecimiento del paciente.
En los últimos días también fallecieron en Monrovia, la capital liberiana, dos de los compañeros religiosos infectados por el ébola que no fueron repatriados por el Gobierno español de Monrovia, la hermana Chantal Pascaline y el religioso George Combey. Por su parte, la hermana Juliana, que viajó de regreso al país con Pajares, al tener pasaporte español, no estaba contagiada, finalmente, de la enfermedad. |
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