El parche de las becas comedor durante el verano

Que la decisión de si unos 100.000 niños de Castilla-La Mancha vayan a pasar hambre o no durante el verano se convierta en el foco de la pelea política pone los pelos de punta.  En la segunda región española con más riesgo de pobreza y exclusión social, un 36,7%, donde la pobreza infantil afecta al 31,9% de los niños castellano-manchegos, quizá no sea el mejor escenario para que los políticos se dediquen al “y tú más”.
Hasta la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, ha mediado en este asunto, pidiendo la apertura de los centros durante el verano, incluso el Ejecutivo central ha creado un fondo de 17 millones de euros para poder hacer frente a los gastos que suponga.
Ayer en las Cortes regionales, Marcial Marín, consejero de Educación, declaró que a él le gustaría abrir los comedores escolares en verano, pero matizó que es una competencia de los Ayuntamientos. Y aprovechó para sumarse al “y tú más”, acusando al PSOE de dejar sin pagar durante su mandato 15 millones de euros a los comedores.
En las últimas semanas, Ayuntamientos como Hellín, Albacete o Puertollano han asegurado que mantendrán abierto el servicio durante el verano, y ayer Marín anunció que la Junta ayudará económicamente a todos los Consistorios que tomen esta decisión.

El consejero se acoge al artículo 26 de la ley de Bases del Régimen Local, que explica  que son los Ayuntamientos los que tienen competencias en la atención inmediata a las personas con riesgo de exclusión. Sin embargo, otras Autonomías como Andalucía, Canarias o Aragón –gobernada también por el PP-  ya se han puesto manos a la obra para evitar el cierre de los comedores durante el verano, atendiendo a la demanda de Becerril. Pero la Junta se ha quedado sorda en este asunto, a pesar de que el tema es caballo de batalla del PSOE, que lleva todo el mes de junio insistiendo, casi a diario, en la necesidad de ofrecer este servicio.
Son muchas las fórmulas que los Ayuntamientos están empleando. En Albacete, el comedor es solo parte de la actuación, que se complementa con la apertura de aulas de verano en la que un centenar de niños pasará las mañanas. Son los Servicios Sociales los que determinan qué niños se acogen a qué programas. En Cuenca, 50 niños podrán tener una beca de comedor, también asociada a la Escuela de Verano, con una aportación por parte del Consistorio de 14.000 euros.

En Ciudad Real la fórmula es parecida, aunque menos efectiva. La comida se asocia a las actividades infantiles programadas para el verano. Algunas de ellas incluyen desayuno, comida y merienda, como el campamento urbano. El problema es que participar en la actividad cuesta 90 euros, algo inasumible para muchas familias.

Ayer mismo, el presidente de la Diputación de Ciudad Real anunció en Puertollano que su institución destinará tres millones de euros a comedores escolares este verano. Precisamente en esta localidad, su alcaldesa ha asegurado 69 becas comedor para este periodo y su Gobierno ha reclamado a la Junta que se implique en el problema.
En Talavera de la Reina aún se lo están pensando, pero parece que el Ejecutivo de Gonzalo Lago se sumará la petición de la oposición del PSOE y de los 55 empleos temporales que piensan generar este verano algunos podrían dedicarse a este fin, con cargo al Plan de Emergencia Social, que está dotado con medio millón de euros.
En Toledo, la semana pasada su alcalde, Emiliano García-Page, anunció que el Ayuntamiento se va a hacer cargo de la alimentación durante el verano de 51 niños de la capital cuyo caso es “extremo”. Muchos ojos estaban puestos en la actuación de Page, pues la oposición estaba expectante por ver qué hacía en la capital después de que su partido exigiera esta medida a nivel regional.

En Guadalajara se seguirá durante estos dos meses con la fórmula de los desayunos solidarios, que  incluyen medio litro de leche por niño, más el cacao, galletas y cereales. En la actualidad se benefician de este programa 274 niños.

En definitiva, son muchas las fórmulas, y no solo de los grandes Ayuntamientos de la región, sino también en los pequeños, pero no son más que parches. Parches porque no llega a todos los niños que lo necesitan, y parches también porque las autoridades parecen no implicarse de lleno para paliar el problema.

El PSOE cifra en 100.000 los niños que necesitan este tipo de ayuda. Sumen los que se van a poder acoger a un comedor en las ciudades de la región. Un parche. Tratamiento paliativo que no ataca la infección, pero de todas formas, bienvenido sea mientras no haya algo mejor.