Viernes negro

Lo confieso, esta semana me he sentado frente al ordenador sin ganas, como el que tiene que ir al médico y no quiere sentir ni el frío del fonendoscopio. La actualidad no es para menos. Y sobre todo, hay que reconocer que lo de la corrupción es agotador; de más, empieza a ser como la fiebre de los aerolitos o los perros peligrosos, da la sensación de que ya es por moda. Si no que me expliquen a qué tanta polémica con los últimos casos destapados, que sí que Ana Mato era ministra y Tania Sánchez es concejal, novia de Pablo Iglesias y punto negro en lo que parecía no ser más de lo mismo. Bueno, ella y Errejón. Pero el caso es que tanto la acusación a Ana Mato como la de Tania Sánchez, hace un par de años, puede que incluso un par de meses, no habrían dado ni para un ladillo en la gaceta del barrio.

Estaría bien simplificar estas cuestiones. Y se puede hacer. El que trinque lo que no debe, que pringue lo que no quiere. A ver si va a ser Isabel Pantoja la única que va a prisión; aunque parece que lo que le han preparado es un “break in prision”, que no es lo mismo que Prision Break.

Pero a lo que vamos; esta actualidad agota, es lo que llamo la actualidad vampírica, si cansa al que está todo el día oyendo de ella, no vean al que se pasa tiempo y tiempo mirando el tema desde todas las perspectivas, para que no se le escape ni un dato. Te chupa la energía. Razón por la cual he buscado en otros rincones y lo hallado… El pequeño Nicolás, que cada día me deja más claro que lo suyo es más patología que cara dura; el último caso de violencia de género (yo prefiero llamarla degenerada) y la muerte de dos criaturas de 7 y 9 años a manos de su padre… Su padre, el título le queda enorme a canallas de esta talla.

Encuentro más tema, el “blackfriday”, traducido “viernes negro”, será para nuestros bolsillos. Esta moda, una más importada del mundo anglosajón –concretamente de EE.UU y Canadá- inaugura la temporada de compras navideñas en el día posterior a Acción de Gracias. Por cierto, ahora hay quien asegura que los primeros en celebrar Acción de Gracias en el nuevo mundo fueron los españoles. Da igual, la moda comercial no es nuestra, pero como si lo “seriese”. Lo que pasa es que era un día; se convirtió en un fin de semana; algunos apuntan ya a cuatro días y, si nos dejan, lo convertiremos en una de esas “semanas” de El Corte Inglés. Como si necesitáramos algo más que sea negro; ya tenemos el panorama socioeconómico y político. Es más, no creo que el “blackfriday” funcione en España mientras tengamos la cuenta en “red numbers”.

La actualidad acorrala, así que tiro de coherencia. Esta semana se han entregado los II Premios Héroes Digitales que convoca ESET, empresa dedicada a la seguridad informática, y que premian las iniciativas de prevención, educación y formación en materia de nuevas tecnología. Manuel García Peral, perito judicial informático, fundador de la asociación Clickaseguro y colaborador de Valdepeñas en la Onda, se ha hecho con dos premios. Uno por la iniciativa educativa que representa su asociación y otro por la sección Clicka Seguro, emitida en Onda Cero Valdepeñas. El mérito es suyo, pero como director del programa que se ha sumado a este compromiso social, debo ser coherente.

Recientemente hemos conocido la noticia de que siete menores, de entre 14 y 17 años, han sido detenidos por difundir fotografías eróticas de otra menor, de 13 años. Lo más grave no es la difusión, que es delictiva, lo más grave es que la menor envió sus fotos voluntariamente a un chico, que había conocido por Internet. Ese chico les pasó las fotografías por whatsapp a seis amigos. Y ya la hemos liado.

Puede que ninguno tuviera intención de vejar a nadie ni de violar la intimidad de nadie. Puede que ninguno supiera que estaba haciendo algo malo (y aquí es más fácil creerlo que en los casos de Ana Mato o de Tania Sánchez). Pero así ha sido. Ahora hay siete menores detenidos y una niña avergonzada, todo porque nadie se ha dado cuenta de que, una niña, que lo es por mucho cuerpo de mujer que pueda tener, está siendo presa de ese concepto extendido de que tiene que convertirse en objeto de deseo y encender los “ánimos” de los chicos. Nadie les ha enseñado a valorar la intimidad. Cuando ella envía sus fotografías a ese amigo, que en realidad es un desconocido, desnuda algo más que su cuerpo; abre la puerta a que otros hagan circular esas imágenes libremente… Y todo lo que se puedan imaginar.

Alguien tiene que empezar a enseñarles a nuestros jóvenes que lo bello, más allá de lo físico, es la persona. Y algo tan delicado, debe ser protegido, primero por uno mismo, y, por supuesto, desde lo más íntimo. Este es el compromiso que suscribo y al que espero que se sumen. O todos los días serán un viernes negro y la oferta ya saben de qué.