La Peña taurina “Vacas por el Tajo”, con la colaboración de la empresa taurina Guadaltauro y del Ayuntamiento de Trillo, organizó el sábado una charla con un invitado de lujo, Javier Solano, la voz de los sanfermines, y un grande de la comunicación, tal y como lo definió el también periodista Antonio Herráiz, buen amigo de la localidad y trillano de adopción, que responde cada vez que se le requiere para cualquier acto.
Al comienzo de la charla, Herráiz añadió el calificativo de alma de los sanfermines, “porque sin alma, no hay voz”, para definir a un personaje que “habla siempre desde el corazón para expandir su voz y su experiencia a millones de espectadores que desde el 7 al 14 de julio sintonizan la uno de TVE antes de las ocho de la mañana para ver uno de los espectáculos más bellos del mundo: el encierro de Pamplona”.
Con habilidad periodística, Herráiz descubrió a la sala, prácticamente llena, quién es Javier Solano. Nacido en Lerín, un pueblo situado a 55 kilómetros de Pamplona y a 22 kilómetros de Estella, vive en la capital navarra desde los 3 años, “con lo que me considero Pamplonés de toda la vida”, empezó Solano.
Solano comenzó su labor en la delegación navarra de TVE en Pamplona en 1987. El periodista recordó con gracia que cuando le preguntaron qué sabía hacer para encontrarle su primer acomodo profesional, contestó que corría el encierro de Pamplona. Así fue como en el año 1988 comenzó a retransmitirlo. “Después de 15 años corriendo, desenrollé el periódico y lo cambié por el micrófono”, explicó. Solano recordó en la Casa de la Cultura de Trillo cómo fue su primera emisión, un 7 de julio, con astados de Cebada Gago. “Fue un encierro muy peligroso, porque un toro se volvió hasta la misma puerta de los corrales. Acabé muy satisfecho de mi trabajo, porque no me perdí en la retransmisión en absoluto”, dijo.
Justo a continuación Herráiz preguntó cómo fue su primer encierro, pero en esta ocasión delante de los toros porque “es de sobra conocido que has sido cocinero antes que fraile”, afirmó. “Corrí mi primer encierro, de Miura, junto con mi hermano, un año mayor que yo, en el año 1973”. Un momento inolvidable para los Solano, puesto que para mi padre fue su último encierro como corredor, y para mi hermano y para mí, el primero”, señaló. Juntos corrieron en el tramo de Telefónica, callejón y ruedo.
Solano trasladó a continuación a la audiencia trillana los tramos en los que corrió durante quince años. “Durante los años 70 me vi envuelto en dos montones importantes a la entrada del ruedo. Por eso tomé la decisión de cambiar Telefónica por la calle Estafeta. En mis últimos años como corredor, salía en el tramo que va de Mercaderes a Estafeta”, dijo.
Herráiz, quiso saber también cuáles fueron los momentos de los que Solano se sentía más orgulloso y en los que se vio más apurado, puesto que “los corredores guardáis en la retina todos los encierros”. “Mi mejor carrera fue el penúltimo encierro que corrí antes de llegar a TVE. Fue un 13 de Julio de 1987. El encierro en el que sentí más peligro, pero salí ileso, fue en San Fermín chiquito, que se corría en septiembre, en el año 1978. En el momento de salir a la cara del toro caí sobre tres o cuatro corredores tendidos en el suelo. Al volver la cabeza para ver si venía algo por detrás, vi a un toro dispuesto a cornearnos. Me salvé de milagro. Otro compañero no tuvo tanta suerte”.
Desde el primer encierro que narró en julio de 1988, Solano ha descrito infinidad de escenas de pánico, incluidas tres muertes, la de Matthew Peter Tasio, de 22 años, un norteamericano que fue empitonado por un astado de Torrestrella en la plaza del Ayuntamiento, la de Fermín Etxeberria Irañeta, de 63 años, alcanzado por un Cebada Gago en el tramo de Mercaderes y la última en 2009, la de Daniel Jimeno, vecino de Alcalá de Henares, que moría corneado por un Jandilla en Telefónica. A Solano le impresionó particularmente la de Tasio, arrollado por un astado de 575 kilos que le empitonó en el abdomen y le provocó una rotura de la vena aorta, mortal de necesidad.
Tras 22 años seguidos sin fallar ningún año a su cita con el mundo para retransmitir los encierros, Solano decidió que no quería narrar el encierro en las circunstancias que le fueron impuestas, al cambiar Televisión Española su estilo de narración, por la competencia con otra cadena. Sin pelos en la lengua, como es él, el navarro explicó su versión del hecho. “En el año 2007 la retransmisión se hizo con 70 personas llegadas desde Madrid, y nos quedamos 6 personas en Pamplona. Decidieron competir con el estilo de retransmisión de Cuatro, cosa que yo no compartía. Esto se fue acentuando durante los años 2007, 2008 y 2009. En 2010 me negué a continuar por ese camino”.
Durante esos tres años que duró la ausencia de Solano, el presentador navarro experimentó una campaña de apoyo en las redes sociales, en Facebook y en Twitter principalmente, que se inundaba cada mañana desde el hashtag QuevuelvaJavierSolano. Durante aquellos años, Javier veía los encierros por la tele “sufriendo”. El navarro, mozo de por vida, aprovechó para volver a la calle, y, el 7 de Julio de 2010, corrió de nuevo, con 52 años. “Tenía en contra a mi familia y a todos mis amigos, pero yo tenía que comprobar si pasó el encierro por mi o no pasó. Había toros de Peñajara y a unos 15 metros de calle Estafeta entre los corredores me dieron un golpetazo y comprobé por mí mismo que mi tiempo había pasado”.
Solano también se refirió al despliegue técnico y humano de los Sanfermines, que en la actualidad consta de 25 cámaras y que necesita de casi un centenar de personas y 8 kilómetros de cable. El pamplonica explicó cómo ha ido evolucionando la retransmisión, también desde ese punto de vista, contando alguna anécdota jugosa. “En el año 1985 el encierro se retransmitía con 12 cámaras que cubrían todo el recorrido. Una cámara sin cable, que se situaba en la misma curva, salía corriendo en cuanto pasaban los toros hasta el camión de realización para entregarle la cinta al técnico para que en la repetición del encierro los espectadores pudiesen presenciar lo acontecido en la curva. En 2007 montaron 24 cámaras. Y fíjate que me para la gente por la calle para decirme que lo ven peor. Lo que importa no son los medios técnicos, son las personas”, reflexionó.
Por último, dedicó un capítulo a las novedades del encierro 2014. Principalmente este año habrá un nuevo régimen sancionador y se producirá la eliminación del primer cordón policial, situado nada más salir la manada, que será sustituido por unas rayas en el suelo. En cuanto al régimen sancionador, Solano explicó “que no está vigente todavía, está en fase de borrador”. En mes y medio pasará a exposición pública y entrará en vigor a finales del mes de junio.
La charla terminó con la entrega de una placa por parte de los miembros de la peña taurina Vacas por el Tajo tanto para Javier Solano como para Antonio Herráiz por su participación en el evento. Ambos se llevaron además el cariño de una audiencia que les aplaudió largo rato.
Javier Solano demostró en Trillo que además de ser la voz, también lleva en el alma los San fermines |
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