El 29 de mayo de 1954 cambió para siempre la historia de Almagro. Ese día, el Corral de Comedias reabrió sus puertas y con ellas el teatro y la palabra volvieron a subir a las tablas que habían abandonado en el siglo XVII, cuando se decreta el cierre de los corrales y colocó a Almagro en la cuna del teatro del Siglo de Oro. “Hoy no seríamos lo que somos sin este pequeño, humilde y provinciano corral de comedias”, ha dicho el alcalde de Almagro, Luis Maldonado, al inicio del acto institucional y conmemorativo del 60 aniversario del Corral de Comedias que se ha celebrado hoy, jueves. Y es que el Corral de Comedias lo es todo para Almagro y los almagreños, “le debemos todo, ser la tercera ciudad más visitada de Castilla-La mancha, contar con una red hotelera y hostelera asombrosa para una población de unos 10.000 habitantes, estar presente en la vida teatral de España, contar con el museo nacional dedicado al Teatro… “y ha continuado “es el tótem de los almagreños, hemos hecho de él nuestra seña de identidad”.
Ser ahora lo que es Almagro se lo debe a las dos personas que hicieron posible que creyeran en la relevancia de recuperar este singular e único Corral de Comedias del mundo. “un gobernador civil, culto y amante de la historia y la literatura y un alcalde enamorado de su pueblo y defensor de su patrimonio como nadie lo hacía. Jose María del Moral y Julián Calero” a quienes Almagro les debe el empuje y el empeño por recuperar este tesoro. En este punto, Luis Maldonado ha manifestado que sus nombres debería ser tan conocidos como el de Marcelino Sanz de Sautuola, descubridor de Altamira o el de Howar Carter, descubridor de la tumba de Tutankamon. Dos de sus hijos, Gloria Calero e Ignacio del Moral, al final del acto han recogido una placa de reconocimiento y agradecimiento por la labor realizada por sus padres.
A continuación, el Consejero de Educación, Cultura y Deporte, Marcial Marín ha reafirmado o el compromiso del Gobierno regional por la cultura, “para nosotros el Corral de Comedias y el Festival de Teatro Clásico de Almagro es el corazón que late con más fuerza y seguiremos apoyándolo (..) la inversión en cultura es riqueza y empleo”.
Tras las palabras del representante del Gobierno nacional en Castilla-La Mancha, Jesús Labrador, que ha centrado su discurso en la importancia del Corral en la historia y de la cultura, ha comenzado la obra “Gangarilla. El día del acabose” de Arturo Echavarren puesta en escena por Teatro Corral de Almagro. Al igual que hace 60 años, el teatro ha sido el protagonista de esta celebración. En esa ocasión, una compañía llegada de Madrid puso en pie “La Hidalga del Valle” de Calderón de la Barca. Hoy, las tablas del Corral de Comedias han sido cómplices de espectáculo nominado a los Premios Max del pasado año como, valga la redundancia, espectáculo revelación. Una obra muy apropiada para celebrar esta efeméride. Pues narra las peripecias de cómicos de la legua del Siglo de Oro que, desplazados por las grandes compañías de teatro, deambulaban de pueblo en pueblo, de villa en villa, de aldea en aldea, de cortijo en cortijo. Sus tres actores, Antonio León- Roque-, Covadonga Calderón- Rodriga- y Vicente Nové- Pablo- han hecho reír al público que ha asistido al acto conmemorativo. Entre los invitados, la directora del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, Natalia Menéndez, el representante del Gobierno regional en Ciudad Real, Antonio Lucas-Torres; el cronista oficial de Almagro, Arcadio Calvo; alcaldes y representantes políticos de la comarca y de la provincia de Ciudad Real y una amplia representación de las asociaciones y colectivos del mundo de la cultura y de la sociedad.
Como colofón, los tres actores de la puesta en escena y otro más de la compañía almagreña, Nieves han querido rendir poner voz al poema que la autora almagreña Manolita Espinosa, entre los invitados, escribió al Corral de Comedias, “voz y alma”. Con esta última sorpresa para la escritora y el público ha finalizado el acto inaugural del 60 aniversario de la recuperación del Corral de Comedias.
El acto de hoy ha sido el pistoletazo de salida de los actos conmemorativos. A partir de esta fecha, comenzarán una amplia y variada programación de actividades culturales y educativas como los concursos de dibujo y redacción para los colegios e institutos, visitas guiadas, exposiciones… que se desarrollarán hasta el próximo otoño, momento en el que tendrá lugar un congreso o jornadas científicas sobre el Corral de Comedias para hablar de su gestación, historia y desarrollo y sobre todo del siglo de oro sobre el corral de comedias y su importancia en otoño.
Ya el domingo, tendrá lugar un concierto de música barroca, precisamente, en el Corral de Comedias. Será a cargo del Cuarteto Orfeo. El próximo martes se inaugurará la exposición gráfica y documental de los 60 años de recuperación del Corral de Comedias de Almagro” en la sala Jacobo Fúcares del Almacén de Fúcares.
La organización del 60 aniversario del Corral de Comedias cuenta con el apoyo del CELCIT- Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral) que cada año es el artífice de recordar y rememorar esta fecha tan relevante para Almagro y los almagreños y de seguir impulsando que el Corral de Comedias sea declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad.
Algo de historia sobre el Corral de Comedias de Almagro
El Corral de Comedias de Almagro es el único que se ha conservado intacto y en activo desde principios del siglo XCII hasta nuestros días. Los corrales de comedias solían coincidir con los patios de mesones, posadas o casas de vecinos en los que aprovechando sus propias características, se adaptaban para las representaciones de comedias durante el siglo de Oro Español. En el siglo XVII se decreta el cierra de los corrales, transformándose, algunos de ellos en teatros a la italiana, aunque la mayoría fueron poco a poco, demolidos.
El Corral de Comedias de Almagro fue construido en 1628 por Leonardo de Oviedo a partir de una remodelación del antiguo mesón del Toro. La reforma consistió en la construcción de un tablado, mientras que en las crujías restantes, donde se ubicaría el público, se imitó el esquema compositivo de la Plaza Mayor. El patio era utilizado como lugar de acceso al resto de las dependencias que rodeaban su entramado de madera, tanto cuando se utilizó como espacio escénico, como cuando fue mesón. Después, al convertirse en posada de las comedias, las diferentes estructuras fueron cubiertas para el mejor aprovechamiento de un espacio que fue segregado horizontalmente por las propiedades colindantes. En 1954 este Corral fue descubierto y comprado su patio por el Ayuntamiento. Tras sucesivas restauraciones, en la actualidad funciona como teatro y acoge una intensa actividad, además de durante el Festival Internacional de Teatro Clásico, también el resto del año. El 29 de mayo reabrió sus puertas. Como rezan una de las crónicas de la época del diario Lanza, “En Almagro, resucita el teatro clásico español”.
El por aquel entonces alcalde Julián Calero defendió su reapertura y restauración tras el hallazgo un par de años antes, cuando se derrumbó un muro de yesería que cubrían las galerías del primer piso del mesón de Toro. Solicitó 30.000 pesetas de subvención a la Diputación Provincial de Ciudad Real para adquirir el inmueble, ya que “se trata de un Corral de Comedias quizá único en España y en buen estado de conservación”. Dos meses después el gobernador civil de Ciudad Real, José María del Moral, informaba de la inmediata restauración del Corral de Comedias. Durante su restauración, se encontró una baraja de naipes completa de 1725, al derribarse una antigua chimenea en uno de sus mechinales llenos de paja. (huecos). Las cuarenta cartas estaban bien conservadas y rodeadas de paja. El Corral de Comedias está distribuido en varias partes: el zaguán, la alojería, el patio, la cazuela, los aposentos o galerías y el tablado. Como curiosidades, el patio se ocupaba por los hombres de clase más baja, ya que si tenías más dinero pagabas algo más, podías sentarte en gradas bajo los soportales; la cazuela- el primer corredor frente al escenario se ocupaba por las mujeres que accedían por una entrada diferente que los hombres, ya que la relación entre ambos sexos no estaba permitida y las personas con mayor poder adquisitivo tenía su sitio junto al escenario. A modo de palcos a la derecha e izquierda del escenario a su misma altura, veían las obras que se representaban en un lugar privilegiado.
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