El alcalde ha renovado en la Iglesia de San Francisco el secular voto del Ayuntamiento a la Virgen, motivado en su origen por una plaga de langosta
Diego Ortega dedica el voto a la Inmaculada a destacar la solidaridad de los alcazareñosObjetivo CLM El alcalde de Alcázar de San Juan, Diego Ortega, ha renovado este lunes el voto del Ayuntamiento a la Inmaculada Concepción durante la función solemne en su honor que ha tenido lugar en la Iglesia de San Francisco de la localidad.
Este acto, que se remonta a mediados del siglo XVI, cuando la ciudad se encomendó a la Virgen para que pusiera fin a una plaga de langosta que asolaba los campos alcazareños, se reedita cada año desde su recuperación en 1954. En esta ocasión, el alcalde alcazareño, tras reproducir la fórmula del voto ante la imagen de la Inmaculada situada en la cabecera de la nave del Evangelio del templo franciscano, ha pronunciado un discurso centrado en la solidaridad de los diferentes colectivos alcazareños y en pedir a la Inmaculada Concepción por la paz.
Así, Ortega ha comenzado señalando que este acto anual es “un encuentro de fe y devoción alrededor de la Virgen María”, a la que “venimos a solicitar que nos colme de bendiciones, como le pedimos en su momento ante la terrible plaga de langosta que sufrimos en nuestros campos y cosechas”. Esas plagas son hoy otras, según ha comentado, como las relacionadas con una crisis económica, cuya “luz al final del túnel que estamos empezando a vislumbrar nos debe terminar de iluminar dentro de un mundo más igualitario y más justo para todos”.
En este sentido, ha pedido a la Inmaculada Concepción que todos los políticos y gobernantes sepan dar “los pasos certeros para conseguir la justicia y la igualdad que la sociedad nos demanda, con la intención de alcanzar la prosperidad que todos los ciudadanos merecen en sus proyectos personales”.
El alcalde ha subrayado en este punto la solidaridad que demuestran los alcazareños con quienes lo pasan mal y ha destacado la capacidad de reacción de instituciones y voluntarios de Cáritas, Cruz Roja, asociaciones de enfermos y familiares, y hermandades, así como la de ciudadanos que, sin pertenecer necesariamente a ninguno de estos colectivos, participan en las numerosas iniciativas solidarias que se proponen a lo largo del año. “Quiero pensar que ahí, en ellos y en su abnegada labor por los demás, está la mano de Nuestra Madre Inmaculada, que nos inspira para que evitemos el egoísmo y nos movamos por quienes pasan importantes dificultades”, ha comentado.
Finalmente, ha hecho alusión a la Oración por la Paz de San Francisco de Asís, que ha terminado pronunciando ante los presentes, y se ha referido precisamente a la necesidad de rezar por la paz en un mundo en el que se multiplica la violencia en forma de guerras, enfrentamientos, persecuciones, terrorismo o malos tratos. “Es la peor versión del ser humano la que vemos representada en las noticias que nos llegan de tantas partes del mundo, incluido nuestro propio país”, ha indicado.
Por todo ello, ha pedido a todos los presentes y a los creyentes que no olviden pedir a la Inmaculada Concepción por la paz. “Paz en nuestros hogares, en nuestras ciudades, en todos los países, paz entre las religiones del mundo; paz para vivir todos juntos y remar juntos hacia un mismo fin: la felicidad colectiva, la justicia, la igualdad y la solidaridad”.
El padre superior de la Comunidad Franciscana de Alcázar de San Juan, Luis Pérez Simón, ha sido el encargado de oficiar esta celebración religiosa, que ha contado con los cánticos del Coro de San Francisco y con la presencia, junto al alcalde, de la primera teniente de alcalde, María Jesús Pelayo, y los concejales de Promoción Económica y Hacienda, Ángel Puente y Juan José Arias, respectivamente. |
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