Los víveres fueron donados por los propios empleados de la entidad financiera como muestra de su solidaridad y sensibilidad durante la celebración del Desafío 2014.
Caja Rural Castilla-La Mancha ha entregado a Cáritas Diocesana de Toledo una partida de alimentos no perecederos donados por los propios empleados de la cooperativa de crédito durante la celebración del Desafío 2014.
La directora de la Fundación Caja Rural Castilla-La Mancha, Ana Isabel López-Casero Beltrán, entregó al director de Cáritas Diocesana de Toledo, Antonio Espíldora García, una partida de 1.600 kilos de alimentos en beneficio de las personas más desfavorecidas.
La entrega fue efectuada en la sede central de Caja Rural Castilla-La Mancha, en Toledo, donde López-Casero estuvo acompañada por directora de Formación, Selección y Responsabilidad Social Corporativa (RSC) de la cooperativa de crédito, Paloma García-Tizón; mientras que Antonio Espíldora estuvo respaldado por el delegado episcopal de Cáritas Diocesana de Toledo, José María Cabrero Abascal.
La donación se enmarca dentro de las acciones que emprende el Departamento de RSC en coordinación con la Fundación Caja Rural Castilla-La Mancha a raíz de su sensibilidad con los colectivos más necesitados de su ámbito de actuación.
Actividad con corazón
López-Casero indicó que esta iniciativa “contó con el respaldo mayoritario de todos los profesionales de Caja Rural Castilla-La Mancha, ya que cada empleado entregó 2 kilos de alimentos durante la celebración de una de las actividades que más corazón tiene dentro de la Entidad, como es el Desafío 2014”.
La directora de la Fundación señaló que el Desafío “aúna convivencia, competición y actividades lúdicas, y se complementa con el hecho de ser canal de comunicación solidaria, contribuyendo a lo que la sociedad nos pide: estar a la altura de las circunstancias, y a nuestro compromiso con las organizaciones que hacen una labor impagable”.
Por su parte, Cabrero Abascal agradeció a la directiva y empleados de Caja Rural esta contribución por “no caer en la rutina de la crisis, ni insensibilizarse ante la situación difícil que viven miles de personas. Agradezco el gesto de aportar alimentos hacia las personas necesitadas en medio de una actividad que además se desarrolla en familia, como es el Desafío, que es otro gran valor a destacar”.
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