Me considero un LUCHADOR… en mayúsculas, casi desde que nací. Me atrae y me inspira todo lo que huela a reivindicación, porque encierra tras de sí un universo paralelo y rico de historias personales, que ayudan a que el resto del mundo pueda crecer cuando son expuestas en el escaparate de una lucha pública
Viviendo en la luchaObjetivo CLM - Joaquín Muñoz González Me considero un LUCHADOR… en mayúsculas, casi desde que nací. Me atrae y me inspira todo lo que huela a reivindicación, porque encierra tras de sí un universo paralelo y rico de historias personales, que ayudan a que el resto del mundo pueda crecer cuando son expuestas en el escaparate de una lucha pública. Así, me siento identificado con todas las familias que hay detrás del cierre de ELCOGAS, en puertollano, que muestran en cada intervención la fuerza que nace del que tiene que salir adelante, contra el huracán que genera la cobardía de un ministro incompetente. Ya en mi artículo de la semana pasada, aludí directamente a las víctimas y a sus familias de algunos grandes accidentes en nuestro país, que se ven obligadas a asistir al campo de batalla teniendo frente a ellas a políticos y jueces. Pero detrás, también en muchas ocasiones muy solas, se encuentran las víctimas del terrorismo, que tienen que ver con cara de incredulidad, como van saliendo a la calle asesinos sin alma ni capacidad de pedir perdón, que mataron sin pestañear a sus seres queridos ensuciando y llenando de sangre un trozo de tierra, por el que decían luchar. Nos rodean en estos convulsos tiempos otras luchas nacidas de la crisis, o mejor dicho, de la mala gestión de la crisis. Así, podemos ver todo tipo de mareas blancas, verdes o amarillas, gritando sus lemas, mal rimados en algunas ocasiones, pidiendo dignidad y justicia para la educación, la sanidad, los animales, la “cultura” de los toros, la religión, la familia o los servicios públicos... Haciendo menos ruido, también acuden a la puerta del sol con sus causas, los taxistas, los hosteleros, los bomberos y hasta hemos llegado a ver a los propios policías y jueces exigiendo lo que para ellos es suyo. Pero me quiero centrar en otras reivindicaciones, que a mí, como luchador que soy, me parece genial que existan, quiero dejar esto claro. Me refiero a la violencia de género, y a la lucha contra el cáncer de mama. Respecto a la primera, diré que es obvio que cualquier persona cuyo corazón tenga un mínimo latido, está en contra del maltrato físico y psicológico hacia una mujer por parte de un hombre. Pero diré más, hacia un hombre por parte de una mujer, o hacia un hombre por parte de otro hombre… vamos, que la violencia “machista” o “de género” es violencia, simplemente y asquerosamente violencia. Y creo que deberíamos centrarnos en enseñarle a nuestros niños y nuestras niñas que la violencia es reprobable y sucia en todas sus formas, y que nadie es más que nadie en este mundo de locos, y que el daño es algo universal que termina por herir o matar la convivencia, venga de quien venga, y se dirija a quien se dirija. Creo, sinceramente, y no es más que mi humilde opinión, que parte del dinero que se está empleando en las múltiples campañas publicitarias que inundan nuestras vidas en estos días, a favor de la lucha contra el cáncer de mama, debería dirigirse a favor de la lucha contra el cáncer a secas. Porque todo el cáncer es cáncer, y en España lucha y muere mucha más gente contra el cáncer de pulmón, que contra el de mama. Con esto no quiero decir que esté en contra de estas campañas, estoy a favor, tendría que haber más incluso, pero también quiero verlas anunciar el día mundial del cáncer de pulmón, o crear el del cáncer de estómago, o pedir dinero para el de colon, que por cierto también mata más gente que el de mama. Alguien contestará a este argumento que estas campañas son necesarias para concienciar a la mujer sobre la importancia de la autoexploración, un acto que no es posible con el resto de canceres. Totalmente de acuerdo, ya me lo digo yo antes, y si sirven solo para esto soy el primero en aplaudirlas. Pero con lo que no comulgo, es con esas recaudaciones de dinero para la exclusiva investigación de este cáncer y no de otros, porque todos los canceres son historias dramáticas que se llevan seres queridos, niños, mujeres y hombres, y deberíamos estar unidos para luchar contra todos. Termino mi opinión de esta semana dándome cuenta de que estoy siendo políticamente incorrecto, pero ya sabes que no me gusta mucho la política, y que mi mente, para opinar, nunca busca ser correcta, tan solo justa. |
Agregar comentario