Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, tras analizar el Real Decreto – ley 4/2023 sobre las ayudas destinadas al sector apícola, critica que éstas se muestran del todo insuficientes y mal planteadas desde el principio, sin poder resolver la situación por la que pasan los apicultores que han visto cómo se han duplicado sus costes de producción en el último año.
Unión de Uniones, destaca que el propio RD-ley reconoce que el contexto de sequía y el conflicto bélico en Ucrania no ha hecho sino agravar la crisis que ya atravesaba a lo largo de los últimos años la apicultura: problemas sanitarios y climatológicos que afectan a la producción, importación masiva de miel a precios reducidos, impacto del combustible especialmente a la apicultura trashumante y otras materias primas, etc.
La organización se muestra contrariada porque, a pesar de conocer la situación, el Gobierno dota su apoyo en apenas 5 millones para todo el sector, haciendo que los valores de la ayuda sean muy bajos y no cubran más que una mínima parte de los costes reales de los apicultores.
Los costes de producción en el sector apícola se han disparado como consecuencia del aumento precio de las materias primas y la necesidad de aumentar tratamientos y alimentación de las abejas debido a la situación de sequía que se está viviendo en los últimos años. Por ejemplo, de gastar unos 9 €/colmena en alimentación en 2021 se ha pasado a los 19,2 €/colmena por el incremento del coste y por la sequía, que alarga el periodo de alimentación. Asimismo, en carburantes se ha pasado de necesitar 10,75 €/colmena 2021 a 15,56 €/colmena en 2022.
Por ello, Unión de Uniones advierte que es necesario un apoyo económico real para mitigar el impacto de la guerra en el aumento de los costes de producción.
Además, considera que, si bien el MAPA enfoca el escaso presupuesto en apicultores profesionales, la forma de plantearlo deriva en grandes diferencias por beneficiario, de forma que dentro de los tres rangos de apoyo según número de colmenas se dan diferencias de hasta 3,67 €/colmena entre unos beneficiarios y otros.
Por estos motivos, Unión de Uniones pide al Gobierno que incremente sustancialmente los valores de la ayuda y se complementen en cada comunidad autónoma, como se ha hecho en otros sectores ganaderos, para asegurar la sostenibilidad y continuidad de esta actividad esencial.
Solicitan asimismo que también se tenga en cuenta la situación real del sector apícola y que se establezcan medidas de apoyo adecuadas para afrontar los desafíos derivados de las condiciones climáticas adversas; depredadores que provocan una merma constante de la población en la colmena, como el abejaruco y la velutina; y los graves problemas sanitarios que sufren las colmenas y que ponen en peligro la supervivencia del sector.
Finalmente, la organización recuerda que la apicultura no es sólo una actividad económica relevante, sino que juega un papel crucial en la polinización de los cultivos y en la conservación de la biodiversidad.
Importaciones masivas de miel vía terceros países a precios extremadamente bajos
Por otra parte, la organización destaca que además de un escenario productivo cada vez más complicado, las importaciones masivas de terceros países como Argentina, China, México, Turquía, Ucrania y Uruguay a precios extremadamente bajos terminan por dinamitar la viabilidad del sector.
En este sentido Unión de Uniones reclama que la miel importada alcance los mismos estándares de calidad que la miel que se produce en la UE, y especialmente en el acuerdo Mercosur, que facilitaría aún más la entrada de miel de varios países de Sudamérica de los que actualmente se importan grandes cantidades; y una actualización inmediata de los métodos de detección de adulteraciones y mezclas con jarabes de forma masiva, como recientemente se ha conocido que ocurre en gran parte de las mieles importadas por la UE.
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