La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha identificado una docena de decisiones clave que los contribuyentes pueden adoptar antes de finalizar el año para rebajar la cuota del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Estas estrategias abarcan desde inversiones y planes de pensiones hasta aspectos cotidianos como la vivienda o el salario.
Aportaciones a planes de pensiones
Las aportaciones a planes de pensiones resultan ventajosas para quienes perciben rentas del trabajo, actividades profesionales, empresariales o de alquiler de inmuebles (siempre que también tengan rentas de los dos primeros tipos). La OCU advierte que la reducción de la base imponible general por estas aportaciones tiene como límite la menor de estas dos cantidades: el 30% de la suma de los rendimientos netos del trabajo y de actividades económicas o 1.500 euros anuales, que se incrementan en 8.500 euros cuando el aumento proviene de contribuciones empresariales o de aportaciones del trabajador al mismo plan de empleo vinculado a las aportaciones de la empresa.
Planificación de ganancias y pérdidas patrimoniales
Si durante 2025 se han obtenido ganancias y simultáneamente se acumulan pérdidas en otras inversiones, la OCU recomienda materializar esas pérdidas para compensarlas con las ganancias. No obstante, Hacienda no permite la compensación de pérdidas generadas por donaciones, por lo que aconseja vender el bien y donar el dinero obtenido. Además, si el contribuyente desea mantener una inversión pero hacer visibles fiscalmente sus pérdidas, debe evitar vender y recomprar "valores homogéneos" antes de dos meses, ya que la normativa lo impide. La próxima declaración será la última oportunidad para compensar el saldo de pérdidas pendientes de 2021, por lo que sugiere vender inversiones con ganancias equivalentes antes de fin de año.
Siete sugerencias adicionales
- Las ganancias por la transmisión de la vivienda habitual (donde se ha residido durante tres años continuados) están exentas de tributación para mayores de 65 años. La OCU recomienda esperar a cumplir esa edad para beneficiarse de la exención.
- Los propietarios de inmuebles alquilados deberían repasar los gastos deducibles y, si el rendimiento es positivo, adelantar a diciembre esos gastos para reducirlo.
- Las obras que mejoren la eficiencia energética de la vivienda en 2025 permiten deducir el 60% de lo pagado (descontando ayudas públicas) sobre una base máxima de 5.000 euros. Las obras deben reducir al menos un 30% el consumo de energía primaria no renovable o otorgar al edificio clase A o B, no pagarse en metálico y contar con certificados de eficiencia energética previos y posteriores registrados antes del 1 de enero de 2026.
- La compra de un vehículo eléctrico nuevo y la instalación de puntos de recarga para uso particular en 2025 permiten deducir el 15% de lo pagado, con un máximo de 20.000 euros para vehículos y 4.000 euros para puntos de recarga, siempre que se cumplan los requisitos establecidos.
- La amortización anticipada de la hipoteca es otra opción para reducir la factura fiscal. Quienes compraron su vivienda habitual financiada antes del 1 de enero de 2013 pueden aplicar una deducción del 15% sobre lo pagado en 2024 por el préstamo, hasta un máximo de 9.040 euros anuales por declaración. Si las cuotas anuales no alcanzan esa cifra y el contribuyente tiene ahorros, se recomienda amortizar anticipadamente hasta llegar a ese límite.
- Los donativos a ONG, fundaciones y entidades sin ánimo de lucro en 2025 deducen un 80% sobre los primeros 250 euros y un 40% sobre el exceso; este porcentaje sube al 45% para entidades a las que ya se hubiera donado en 2023 y 2024 si se iguala o aumenta la cantidad anual.
- Quienes tengan problemas de salud graves o crónicos, o los tengan sus descendientes o ascendientes a cargo, deberían solicitar el certificado de discapacidad antes de fin de año. Si se concede un grado del 33% o más, se podrán aplicar los mínimos, reducciones y deducciones estatales y regionales por discapacidad.
Además, las comunidades autónomas permiten deducir ciertos gastos pagados en 2025, como alquiler de vivienda, ayuda doméstica, gastos educativos, libros de texto, guardería, gastos médicos, nuevas tecnologías o recursos energéticos renovables, que pueden consultarse en www.ocu.org.

































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