La Unidad de Rehabilitación Cardiaca puesta en marcha por los servicios de Cardiología y Rehabilitación del Complejo Hospitalario de Toledo, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, ha cumplido un año de funcionamiento, habiendo atendido en este tiempo a 327 pacientes con patología cardiovascular.
El doctor Alejandro Berenguel, cardiólogo del Complejo Hospitalario de Toledo y responsable del programa, explica que en esta nueva unidad, creada para la recuperación integral de pacientes que han sufrido un infarto agudo de miocardio, entre otras patologías, se ha logrado que los pacientes hayan mejorado su calidad de vida y su capacidad funcional mediante el ejercicio físico y la educación sanitaria.
Así, el doctor Berenguel indica que del total de pacientes atendidos este año en la unidad 202 personas fueron incluidas en el programa de rehabilitación cardiaca, de los cuales un total de 177 han finalizado con éxito el mismo y el resto todavía está desarrollando el programa de entrenamiento o en espera de iniciarlo.
Desde su puesta en marcha, la Unidad de Rehabilitación Cardiaca del Hospital de Toledo se ha convertido en centro de referencia nacional en la realización de ergoespirometrías, pruebas de esfuerzo con consumo de gases para medir el consumo de oxígeno y la frecuencia cardiaca ideal de entrenamiento. En total se han llevado a cabo 324 pruebas.
Para el doctor Alejandro Berenguel, “el trabajo clínico desarrollado en la unidad del área de Toledo a lo largo de este año ha llevado aparejado un trabajo científico e investigador, fruto del cual hemos presentado cuatro comunicaciones en el Congreso de las Enfermedades Cardiovasculares, celebrado recientemente en Zaragoza”.
Unidad de Rehabilitación Cardiaca
La Unidad de Rehabilitación Cardiaca del área sanitaria de Toledo está integrada por un equipo multidisciplinar de profesionales cuyo objetivo es mejorar la recuperación de los pacientes que han sufrido un infarto, incrementando así su calidad de vida. Está formada por profesionales del servicio de Cardiología, Rehabilitación y Enfermería, y cuenta con la colaboración de los servicios de Urología, Neumología y Psiquiatría.
En la unidad se lleva a cabo un programa de entrenamiento físico personalizado a cada paciente, que se encuentra constantemente monitorizado, además de un programa educativo que le permita incorporarse a su vida con la mejor situación funcional.
La rehabilitación cardiaca se prolonga durante un período de 8 a 12 semanas, en las que cinco pacientes por grupo, tres diarios, se someten a un programa de ejercicios físicos, y a los que previamente se les realiza una prueba de esfuerzo con consumo de gases –ergoespirometría- para medir el consumo de oxígeno y la frecuencia cardiaca, objetivo en la cual deben entrenarse los pacientes. Dicha prueba se repite al finalizar el programa, para evaluar el grado de mejoría experimentado por cada paciente.
La patología más frecuente atendida en la unidad es la cardiopatía isquémica, concretamente pacientes que han sufrido un infarto de miocardio, aunque también está dirigida a pacientes con insuficiencia cardiaca, hipertensión pulmonar, pacientes sometidos a una cirugía cardíaca o a una angioplastia coronaria, entre otras patologías.
Además de trabajar la capacidad física, se pretende ayudar a los pacientes que han sufrido un infarto a controlar los factores de riesgo con el fin de que modifiquen sus hábitos de vida, así como a abordar otros problemas comunes que presentan, como la ansiedad, depresión o incluso orientación acerca de su reinserción laboral. Por ello, a través de charlas se dan pautas de estilo de vida saludable, como la necesidad de llevar una buena alimentación, dejar de fumar o realizar ejercicio.
Según el doctor Berenguel, “los estudios han demostrado que los programas de rehabilitación cardiaca pueden reducir la mortalidad entre un 25 y 30 por ciento, además de suponer un importante ahorro de costes por el descenso en la tasa de recurrencias, re-hospitalizaciones y nuevas necesidades de revascularización”.
Agregar comentario