El Servicio de Hematología del Hospital General Nuestra Señora del Prado de Talavera de la Reina, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), ha puesto en marcha recientemente un protocolo para la fabricación de su propio plasma rico en plaquetas (PRP), especialmente empleado en el tratamiento de ciertas lesiones del aparato locomotor.
La fabricación de este plasma rico en plaquetas, cuya concentración es de 400.000 plaquetas por ml, cuatro veces la concentración que se encuentra de forma habitual en un ml, ha sido posible gracias a la implicación de los profesionales del Servicio de Hematología, que detectaron la posibilidad de optimizar los recursos tecnológicos con los que cuenta el servicio, enlazando con la apuesta de la Consejería de Sanidad por impulsar y motivar la participación de los profesionales.
En este sentido, la inversión para poner en marcha este nuevo recurso ha sido mínima, ya que solo ha sido necesario adquirir unos soportes de almacenamiento de las muestras de sangre y el plasma ya tratado. Así, en la fabricación del plasma rico en plaquetas se emplea una centrifugadora con la que ya contaba el Servicio de Hematología y un frigorífico para la conservación de los recipientes.
Hasta ahora, el Área Integrada de Talavera contrataba los servicios de una empresa externa que desarrollaba el plasma rico en plaquetas en los casos en los que estuviera indicado. Así, al asumir la fabricación de su propio PRP, el Área Integrada de Talavera no solo genera ahorros económicos, sino que mejora la eficiencia de sus propios recursos y mejora la atención que se presta al paciente.
Seguridad para el paciente
El tratamiento con PRP es un proceso autólogo, es decir, cada paciente es tratado con plasma rico en plaquetas obtenido a partir de una muestra de su propia sangre.
Así, se ha diseñado un circuito en base al que se sigue en el Banco de Sangre en el que se hace especial hincapié en la seguridad del paciente, de modo que se siguen los mismos criterios de calidad y trazabilidad que en el caso de las extracciones y donaciones de sangre, ha explicado el jefe del Servicio de Hematología, el doctor Fernando Solano.
De esta manera, para poner en marcha el proceso de fabricación de PRP el facultativo del Servicio de Traumatología ha de pautar este tratamiento, siempre en casos de pacientes menores de 65 años, con una lesión que requiere una regeneración de tejidos y sin que existan enfermedades cardiológicas ni antecedentes de hepatitis o VIH.
Una vez pautado, el Servicio de Hematología cita al paciente para realizar una analítica completa para comprobar el estado de salud del paciente, y, una vez recibe el visto bueno, es citado de nuevo para realizar una extracción de sangre de 250 ml, ha informado el supervisor de Laboratorio, Felipe Fondón.
Así, la sangre se somete a un proceso de centrifugación lenta del que se obtienen cuatro muestras de PRP de cada paciente que es almacenada a - 80 º C durante un máximo de un año, periodo del que dispone el Servicio de Traumatología para llevar a cabo el tratamiento.
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