Esta es la laguna salina más peculiar por el espectáculo de su costra del sal seca, que desaparece en el período de inundación. Su paisajes tienen un altísimo valor, igual que su geología y la vegetación y especies animales que lo habitan. Es, además, uno de los complejos lagunares más característicos del paisaje toledano, junto a la laguna El Longar y las de El Altillo.
Numerosas especies protegidas en sus 80 hectáreas: animales, y vegetales. Aves como el zampullín, la avoceta y el chorlitejo patinegro que hacen allí sus nidos. Y lugar de paso de las migraciones de muchas otras especies. Con grandes espacios naturales alrededor y a muy poca distancia, que permiten organizar interesantes rutas.
El verano para contemplar la laguna seca y cubierta de sal. El otoño y primavera para contemplar la parada migratoria de las aves. Y cualquier época para disfrutar de sus paisajes. No olvidar la cámara, los prismáticos, y el calzado cómodo.
Agregar comentario