A orillas del río Tajo y en la bella ciudad de las tres culturas, encontramos un edificio que no solo impone por su ubicación (aparentando controlar la ciudad de Toledo), sino por lo que recoge dentro de sus estructuras.
Conocimiento, experiencia y trabajo son algunas de las cualidades que destacan de este Centro que resalta por su importancia y nuevas responsabilidades.
Se crea en 1850 en el Alcázar de Toledo, bajo el nombre de Colegio de Infantería de Toledo; aunque posteriormente en 1882 desaparecería siendo absorbida por la Academia General Militar, para más tarde en 1893 y tras la disolución de esta última, volver a ser Academia de Infantería.
Entre los alumnos más destacados de los primeros años del siglo XX, se encuentran los máximos jefes militares de los ejércitos enfrentados en la Guerra Civil Española: Francisco Franco, Generalísimo del Ejercito Sublevado y Vicente Rojo Lluch, Jefe del Estado Mayor Central del Ejército Popular de la República.
En 1927 se convertiría en Academia de Aplicación de Infantería y en 1931 se fusionaría con las Academias de Caballería de Intendencia.
En 1939, terminada la Guerra Civil, la Dirección General de Enseñanza Militar restable las Academias especiales de las Armas.
Finalmente en 1974 se fusiona con la Escuela de Aplicación y tiro de Infantería.
Su sede se encuentra en un edificio de estilo neorenacentista situada en frente del Alcázar protagonizando una perfecta armonía con él, dominando los dos el escenario que presenta la ciudad imperial.
Su lema: Armis doctrinaeque lux.
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