Las secuelas que produce un daño cerebral a través del testimonio de personas afectadas Objetivo CLM Explicar cuáles son las principales secuelas que deja un daño cerebral sobrevenido en la persona que lo sufre y su entorno familiar, muchas de ellas invisibles a la sociedad por ser de tipo emocional o conductual, es el objetivo de una serie de vídeos informativos donde personas usuarias de los nueve centros que ADACE CLM tiene en Castilla-La Mancha cuentan su historia de superación. Unos vídeos publicados en la página web y el canal de YouTube de la Asociación, así como en redes sociales, y con los que se pretende poner el foco en una discapacidad que afecta a más de 450.000 personas en España, 20.000 en nuestra Comunidad Autónoma, y que es una gran desconocida, ya que la gente identifica sus causas (ictus, TCE tumores cerebrales…) pero no las secuelas que genera (físicas, sensoriales, cognitivas y emocionales o conductuales), que son lo realmente incapacitante y diferentes en cada persona. El caso de Rosa, joven de Albacete de 22 años, es un ejemplo de evolución y madurez, con una gran recuperación de los graves efectos que tuvo en ella el daño cerebral que le ocasionó un golpe en la cabeza al caerse de la bicicleta. Tras un tiempo en coma, al despertar no podía hablar y no tenía movilidad en el lado derecho del cuerpo. Comenzó un duro proceso de rehabilitación, primero en centros hospitalarios de Albacete y luego en el Instituto de Enfermedades Neurológicas (IEN) de Guadalajara, tras el que consiguió volver a hablar y recuperar buena parte de la movilidad, especialmente importante a la hora de sus estudios ya que Rosa es diestra. Sin embargo, en su vuelta al día a día, se ha encontrado con la incomprensión de mucha gente “que no entiende qué es un daño cerebral. Ven que estás bien y no comprenden que yo no entienda algo y que deban explicármelo de otra forma para que pueda hacerlo”. Con el apoyo del equipo profesional de ADACE CLM, Rosa está cursando con éxito un módulo de Técnico de Integración Social y ha conseguido grandes avances personales como sacarse el carné de conducir o iniciar una vida independiente. Todo ello bajo una nueva perspectiva ya que el DCS “me ha cambiado la forma de pensar y de entender el mundo”. Apatía y depresión, secuelas muy habituales tras un daño cerebral Por su parte Miguel Ángel, usuario de nuestro Centro en Ciudad Real, sufrió con 40 años un daño cerebral a consecuencia de una intervención quirúrgica para tratar un tumor cerebral. Bombero de profesión, Miguel Ángel tenía una vida muy activa por su trabajo, pero también por sus aficiones. Todo esto cambió a raíz de sufrir el daño cerebral. Poco a poco fue perdiendo la relación tanto con sus compañeros de trabajo como con su entorno habitual, un proceso de apatía, ligado a una depresión, secuela conductual muy frecuente en personas con esta discapacidad. Con el tiempo y el apoyo de las profesionales de ADACE CLM, ha pasado a ser una las personas usuarias más participativas en las distintas actividades que se realizan, lo que además ha propiciado una menor dependencia y atención por parte de su familia. |
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