Se abre el telón, y aparece un político dando lecciones,
besando niños y convenciendo, si no adivinas el chiste te digo
que vamos a hablar de elecciones, esos mercados del humo
que nos convierten en testigos, de mentiras y promesas,
de bondades e intenciones, que nunca llegan a puerto
porque lo importante es que votes, y ya mañana, si eso
llamaremos a digo Diego, y culparemos a zapatero
de la herencia recibida, habrá que poner soluciones,
que no podemos cumplir promesas, con estos curas
sin comuniones, habrá que recortar primero
lo que nos salga de los… narices.
Rajoy es el viejo del barrio que bien sabe anclar raíces,
tiene ya más cicatrices que las pastas de un diario,
y te miente respirando disfrazando los matices
que un día serán verdades y tú te quedas aún pensando
porqué dice lo que dice, si haciendo lo contrario
se queda el tío tan ancho, y a ti casi te convence
que no hay que comer perdices para acabar siempre felices
el cuento que te han contado.
Y compitiendo al otro lado se encuentra Sanchez el guapo,
el gran galán de esta novela, con su estiloso peinado,
el que ponía de niño las reglas cuando jugaba en el barrio,
el que vende ya lo de siempre, sin haberse percatado
que se repiten más que las semanas aburridas del calendario.
Cuéntame algo que no sepa o que nadie me haya contado
para proponer más de lo mismo, no haberte presentado.
“Yo es que vengo de las bases” como si vienes de la radio,
aquí queremos soluciones sin mentiras ni teatros.
Avanza empujando fuerte con un partido catalán,
quien un día fue ciutadans y hoy dice ser ciudadanos
un joven Albert Rivera, y dale con ponerlos guapos
que parece haber salido de Mujeres Hombres y Viceversa
y este también promete lo que siempre hemos tenido
y se le hincha la pechera cuando recuerda lo conseguido
llegar a jugar en primera, habiendo sido cantera.
Entérate mi saltamontes, me da igual de donde vinieras
lo que importa es lo que hagas si tu lista es la primera.
Pero no podemos terminar sin el cuarto contrincante
ese Pablo con coleta, un “perroflauta” con arte
quien se siente presidente y reparte ya carteras
nadie entiende porqué lo hace, que decía bien mi abuela
que sin haber matado al oso, no debías hacerte el traje.
Que Podemos es mucha tela, pero hay que buscar un buen sastre
que por llamarte Pablo Iglesias no vas a ser comandante.
La política seria me aburre, y es por eso que hablo en verso
a quien haya ofendido lo siento, o bueno, mejor, no lo siento
que al final digo lo que pienso, y termino con esta sin razón
pidiéndote que ese día votes, con cabeza y sin protección.
Que aunque mires las campañas y te estudies los programas
vas a votar en las urnas lo que a ti te dé la gana
que es exactamente lo mismo, que pienso hacer yo.
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