La aparición de nuevos tipos de redes sociales y la proliferación del uso de smartphones por parte de los menores, hace que cada vez sea más necesaria la supervisión de su actividad en Internet.
Lo que es ilegal en el mundo "real" también lo es en el mundo "virtual" , no existiendo ni la impunidad ni el anonimato en nuestros actos en la red
Recomendaciones sobre las nuevas redes sociales y el uso seguro de InternetObjetivo CLM El avance imparable de las nuevas tecnologías y la llegada de Internet a gran parte de los hogares, ha traído consigo la aparición de una nueva serie de riesgos, ante los cuales las familias deben de estar alerta. De forma paralela a la clásica actividad delictiva que se ejerce en la red (delincuencia económica, daños informáticos, etc...) desde la Policía Nacional se viene observando una problemática creciente en relación con el uso de Internet por parte de los jóvenes y menores de edad. Tradicionalmente, el consejo más habitual que se dirigía a las familias era situar el ordenador en una sala común, evitando que el menor pudiera tener un equipo conectado a la red en su habitación donde pudiera interactuar con otras personas sin control. Este consejo, sin perder en absoluto su vigencia, ha quedado "anticuado" con la generalización del uso de smartphones y tablets, dispositivos que posibilitan que los jóvenes puedan acceder a todo tipo de contenido en cualquier lugar. El hecho de que los menores puedan hacer uso de Internet en cualquier momento del día gracias a sus terminales móviles, imposibilita que los padres puedan supervisar en " tiempo real" la actividad de sus hijos, lo que hace más necesario que nunca educarles en el uso seguro de las nuevas tecnologías. Gran parte de los problemas de los menores vienen por el uso inadecuado que se hace de las redes sociales y la habitual poca precaución en la difusión de todo tipo de datos personales. En este sentido no es extraño ver cómo los jóvenes no vacilan en difundir dónde viven, qué van a hacer el fin de semana o cuáles son los planes familiares para las vacaciones, subir todo tipo de fotos íntimas, dar su teléfono particular etc.. lo que puede provocar diversos problemas al estar facilitándose información que no debería trascender el ámbito privado y que podría caer en "manos equivocadas". En los últimos años se han multiplicado los incidentes en el ámbito escolar o entre menores, proliferando cada vez más los casos de ciberbullying y grooming, siendo el primero el acoso tradicional (insultos, vejaciones etc..) y el segundo el acoso con fines sexuales, ambos ejercidos a través de Internet y las nuevas tecnologías. La inadecuada banalización de la actividad que se realiza en Internet, provocada por una incorrecta creencia de que los actos que se realizan en la red quedan impunes o tienen una diferente consideración, provoca que no pocos menores se vean envueltos en actividades que posteriormente derivan en responsabilidades penales. Así pues, lo primero que habría que indicar a nuestros hijos es que, lo que es ilegal en el mundo "real" también es ilegal en Internet y que, por supuesto, en la red también deben mantenerse las mismas normas cívicas y de educación que rigen en la vida pública. Además de los problemas intrínsecos a la difusión de datos privados en las redes sociales clásicas, se vienen detectando también nuevos casos de acoso que se han generado con la aparición de otras redes sociales y aplicaciones móviles que facilitan la difusión de comentarios anónimos, algo que generalmente se utiliza para publicar comentarios vejatorios con el fin de perjudicar y ridiculizar a otras personas. Es muy importante también que se ejerza una supervisión de las aplicaciones que se instalan en los dispositivos móviles, pues algunas de ellas pueden conllevar, además del acceso a contenidos inadecuados para menores, que los jóvenes se vean involucrados en conductas delictivas, como por ejemplo vulnerar y conectarse a redes wifi ajenas protegidas mediante contraseña. Los padres pueden y deben tomar decisiones en caso de ser necesario. De la misma forma que al menor se le educa acerca de qué lugares son recomendables en una ciudad y cuáles tienen que evitar, alertándole de los peligros que pueden existir, también hay que hacer lo mismo en lo que se refiere al uso de Internet, evitando que se registre en páginas o redes que puedan albergar contenido inadecuado para su edad o que consideremos que pueden ser potencialmente peligrosas para ellos. Por todo, desde la Policía Nacional se cree necesario difundir una serie de consejos para el uso seguro de las nuevas tecnologías y de las redes sociales por parte de los menores. Así mismo, también se recuerda que la Policía Nacional está siempre abierta a las peticiones y solicitudes de centros educativos, asociaciones vecinales etc. para colaborar con charlas de prevención y seguridad en cualquier ámbito, entre ellos, los relacionados con las nuevas tecnologías y sus riesgos.
CONSEJOS: Educar a nuestros hijos en el uso seguro de las nuevas tecnologías. Preocuparnos, además de por la actividad que realizan en casa en el ordenador, por las aplicaciones que instalan en los dispositivos móviles. Supervisar las redes sociales, páginas web y foros en los que se registran, interesándonos por las personas con que se relacionan, los videos que reproducen, los archivos que descargan etc. En este sentido es aconsejable que los padres se hagan "amigos" de sus hijos en las redes sociales, es decir, que se unan a sus contactos. Recordar que lo que es ilegal en el mundo "real" también lo es en el "virtual" y que no hay que hacer ninguna diferencia entre ambos en cuanto a normas de comportamiento y, por supuesto, legales. Informar a nuestros hijos de que no deben tolerar insultos, ni acosos a través de Internet y que deben acudir a nosotros ante cualquier problema, no demorándose la denuncia en caso de ser necesario. Concienciarles de que no difundan datos privados ni sensibles en Internet, no aportando nunca su lugar de residencia, ni teléfonos particulares y que se evite subir fotos personales y/o familiares y que, en cualquier caso, antes se supervisen por los padres. También hay que hacerles saber que pueden encontrarse con personas que quieran contactar con ellos con fines sexuales y que deben desconfiar de los desconocidos, no aceptándoles en su círculo íntimo, tal y como harían en la vida "pública". Tomar decisiones y valorar también la conveniencia o no de que tengan un smartphone así como acceso a Internet. |
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