Completamos nuestro recorrido por los orígenes del hombre visitando los parques arqueológicos del Sacro Convento y Castillo de Calatrava la Nueva, el Yacimiento Arqueológico Cerro de las Cabezas y el Yacimiento Arqueológico de Calatrava la Vieja.
Tras las huellas de nuestros ancestros. Tercera parteLucia Ballesteros Ruiz. "El Rincón de Casandra" Completamos nuestro recorrido por los orígenes del hombre visitando los parques arqueológicos del Sacro Convento y Castillo de Calatrava la Nueva, el Yacimiento Arqueológico Cerro de las Cabezas y el Yacimiento Arqueológico de Calatrava la Vieja. El Parque Arqueológico Sacro Convento y Convento de Calatrava la Nueva lo encontramos situado en la localidad de Aldea del Rey. Se trata de una miscelánea compuesta por una serie de edificaciones, que poseen la fortuna en hallarse en magníficas condiciones, de diferentes etapas históricas que abarcan desde un monumento anterior al siglo XIII hasta el siglo XVII; siendo el más conocido de todos ellos la iglesia del siglo XIII. El convento lo configuran una serie de edificios heterogéneos organizados alrededor del Claustro, del mismo sólo se mantienen en pie los arranques de ladrillos de los arcos de su planta baja. Posee dos puertas: la de la Estrella con portada y gran rosetón, y otra adyacente que se comunica con el claustro. En la actualidad podemos transitar sus caminos, visitar piezas del castillo como: patios, torres, escalera, un aljibe, las zonas auxiliares de artesanos, cuadras y bodegas; realizando un viaje al pasado, a la Edad Media. Al pie del Castillo y al mediodía de la Iglesia está situado el cementerio del convento, conocido como Campo de los Mártires; hasta él se trasladaron los cuerpos de los caballeros calatravos fallecidos en la custodía de los pagos cristianos de Alarcos y Calatrava la Vieja. Contó con un claustro del que apenas se conserva el trazado, también se hallan los restos de la fuera capilla de Nuestra Señora de los Mártires. Siguiendo nuestra ruta llegamos hasta el Yacimiento Arqueológico Cerro de las Cabezas. En una altiplanicie próxima a Valdepeñas los íberos localizaron un enclave defensivo natural prácticamente inaccesible. Este fue el origen de la ciudad que las excavaciones realizadas han dejado plenamente al descubierto. La zona es un asentamiento parapetado al que consolidan como defensas naturales su geografía y el río Jabalón haciendo las funciones de foso. Avanzando por el Cerro de las Cabezas comprenderemos la procedencia de las civilizaciones de la península: un ordenamiento proto-urbano con calles, viviendas y zonas comunes. Estamos ante una superficie de ciento cuarenta mil metros cuadrados, sobre una altitud de ochocientos cincuenta metros, delimitado por murallas, bastiones y puertas. El particular enclavamiento está fraccionado en dos zonas, separadas, a su vez, por una gran muralla: el alcázar y la medina, quedando en el exterior los arrabales. De las mezquitas, baños y comercios de la medina hallamos vestigios de habitaciones y calles adoquinadas. En el alcázar podremos advertir los continuos engrandecimientos islámicos, el ábside templario que no llegó a concluirse, y la iglesia que fundó aquí la Encomienda de Calatrava. Ya en s. XII la ciudad se trocó cristiana, fundándose en ella la Orden de Calatrava, compuesta por monjes guerreros. Ellos serían señeros en mantener un bastión en manos cristianas tras la derrota de la Batalla de Alarcos, el castillo de Salvatierra. Posteriormente cooperaron en batalla de las Navas de Tolosa y su posterior victoria, jugando un papel primordial en la Reconquista, llamada a ser una de las órdenes militares más poderosas por su capacidad económica y militar. |
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