Las Cortes de Castilla-La Mancha han aprobado, en su pleno de este jueves, por unanimidad y a petición de Amnistía Internacional CLM, una declaración institucional por la que instan al Gobierno central a "agilizar de manera significativa el proceso de traslado de personas refugiadas a España mediante su reubicación y asentamiento", así como a "cumplir con el plazo previsto los compromisos acordados con la Unión Europea de acoger a 17.337 personas".
Hasta el momento España solo ha acogido a 1.141 personas refugiadas de las 17.337 comprometidas antes de septiembre de este año. Amnistía Internacional, que ha entregó recientemente al Ministro de Interior más de 237.000 firmas de su manifiesto #YoAcojo, pide al gobierno que su compromiso no sea sólo de discurso sino real, para que quienes huyen de la guerra y la persecución puedan encontrar la protección a la que tienen derecho en España.
En diciembre de 2016 el Ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, afirmó públicamente que España cumplirá con el compromiso de traer a más de 17.000 refugiados y refugiadas antes de finalizar 2017. Sin embargo, los meses pasan y aún estamos muy lejos. A este ritmo se necesitarían 23 años para lograrlo.
El compromiso que adquirió el Gobierno español con la Unión Europea el 22 de septiembre de 2015, busca repartir la responsabilidad entre los estados europeos a la hora de garantizar un hogar seguro a los miles de personas que huyen de la persecución, la guerra y las atrocidades en países como Siria e Irak. La inmensa mayoría de las que han llegado a Europa se encuentran varadas en campamentos en condiciones infrahumanas, sobre todo en Grecia e Italia.
Acuerdo UE-Turquía.
El acuerdo UE-Turquía, de cuya entrada en vigor se cumple un año, ha provocado el sufrimiento de miles de personas refugiadas y migrantes, constituye una mancha en la conciencia colectiva de Europa.
El acuerdo para devolver a Turquía a las personas solicitantes de asilo, bajo la premisa de que Turquía es un lugar seguro para ellas, ha fracasado en sus propios términos, y ha dejado a miles de personas expuestas a unas condiciones míseras e inseguras en las islas griegas.
A la mayoría de las personas solicitantes de asilo que se encuentran en los campos no se les permite abandonar las islas. Están acorraladas en condiciones de hacinamiento y miseria y, en ocasiones, han sido víctimas de violentos crímenes de odio. Cinco personas refugiadas en Lesbos, una de ellas menor de edad, han muerto por circunstancias fuertemente vinculadas a estas condiciones.
España es un pueblo acogedor.
Más de 1.000 organizaciones y más de 200.000 personas así lo han demostrado firmando el manifiesto #YoAcojo a las personas refugiadas. Sin embargo, nuestros representantes no han estado a la altura de la ciudadanía. El número de solicitudes de asilo registradas en 2016 en España sólo representaba el 0,9% del total de Europa, una cifra vergonzante si la comparamos con el 66% de Alemania, que en 2016 acogió a casi un millón de personas.
Ciberacción.
Amnistía Internacional mantiene abierta una ciberacción para pedir al Gobierno que cumpla en plazo el compromiso de acoger en condiciones dignas a quienes lo han perdido todo. Porque no son números, son personas.
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