La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) alerta sobre los riesgos fiscales de recuperar la totalidad del plan de pensiones durante el mismo año de la jubilación. Esta práctica, según la entidad, puede incrementar significativamente la carga impositiva al sumarse a otros ingresos, como las últimas nóminas o indemnizaciones, lo que eleva el tipo marginal del IRPF.
El primer error, según la OCU, consiste en rescatar el capital completo al jubilarse. La organización ha explicado que, al hacerlo, los ingresos acumulados en un solo ejercicio tributarán a un tipo más alto. Por el contrario, posponer el cobro al año siguiente —cuando los ingresos suelen reducirse— o fraccionarlo en rentas periódicas reduce la presión fiscal. Además, la medida evita impactos colaterales en impuestos como el de Patrimonio o el Solidario para Grandes Fortunas, cuyas cuotas están limitadas por la base del IRPF.
El segundo error radica en no recuperar las aportaciones previas a 2007 dentro de los tres primeros años tras la jubilación. La OCU ha recordado que estas aportaciones disfrutan de una reducción del 40% si se rescatan en forma de capital durante ese plazo. “Es una ventaja fiscal con caducidad”, ha subrayado la organización, que insta a no desaprovecharla.
La estrategia óptima, según la OCU, combina dos variables: retrasar el rescate para minimizar el tipo impositivo y aprovechar los beneficios de las aportaciones antiguas. La entidad ha insistido en que cada caso requiere un análisis personalizado, ya que factores como otros ingresos o el patrimonio influyen en la decisión.
En conclusión, una planificación incorrecta del rescate del plan de pensiones puede generar costes fiscales elevados a corto plazo y pérdida de oportunidades de ahorro a largo plazo. La OCU recomienda valorar todas las opciones —renta vitalicia, capital diferido o mixto— y consultar a un especialista para optimizar la fiscalidad.


































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