En los últimos meses, se ha registrado un aumento de las ocupaciones ilegales de viviendas en Alicante y concretamente en la zona de Santa Pola y Gran Alacant, lo que ha generado una gran preocupación entre los vecinos y propietarios. Según datos del Ministerio del Interior, ya en 2020, se produjeron 1.183 denuncias por usurpación de inmuebles en la provincia de Alicante, un 13% más que en 2019. La mayoría de estas ocupaciones se concentran en las zonas costeras, donde hay muchas viviendas vacías o de segunda residencia.
Una de las razones por las cuales las ocupaciones ilegales están en aumento es la difícil situación económica que muchas personas están enfrentando. La pandemia ha dejado a muchas personas sin trabajo y sin recursos para pagar sus alquileres o hipotecas. Como resultado, algunos han recurrido a ocupar viviendas vacías como una forma de tener un lugar para vivir.
Sin embargo, la ocupación ilegal de viviendas no solo es ilegal, sino que también puede tener graves consecuencias para los propietarios. Muchos se encuentran con un proceso legal costoso y prolongado para recuperar su propiedad, mientras que otros enfrentan daños y pérdidas económicas por parte de los ocupantes.
Las consecuencias de la ocupación son muy negativas tanto para los dueños de las casas como para el entorno. Los propietarios se ven privados de su derecho a disfrutar de su propiedad y tienen que enfrentarse a un largo y costoso proceso judicial para recuperarla. Además, los ocupas suelen causar destrozos y desperfectos en las viviendas, así como problemas de convivencia con los vecinos por el ruido, la suciedad o la inseguridad que generan.
Ante esta situación, los cerrajeros que operan en la zona como Cerrajeros Santa Pola y Cerrajeros Arenales del Sol, como testigos de primera mano de la situación que se vive y que han trabajado con muchos propietarios para asegurar sus viviendas y prevenir ocupaciones, ofrecen una serie de consejos para prevenir y evitar las ocupaciones. Estos son algunos de ellos:
- Reforzar la seguridad de las puertas y ventanas con cerraduras anti-bumping, anti-ganzúa y anti-taladro, que dificultan el acceso a los intrusos. También se recomienda instalar cerrojos o escudos protectores adicionales.
- Instalar alarmas o cámaras de vigilancia que disuadan a los posibles ocupas y permitan avisar a la policía en caso de intrusión.
- Visitar periódicamente la vivienda o encargar a alguien de confianza que lo haga para comprobar que todo está en orden y evitar el abandono o el deterioro.
- Mantener el aspecto exterior de la vivienda cuidado y limpio, evitando acumular correo o propaganda en el buzón o dejar persianas bajadas o cortinas cerradas que den sensación de desocupación.
- No publicar información sobre la ubicación o el estado de la vivienda en redes sociales o portales inmobiliarios que pueda ser utilizada por los okupas para localizarla.
- Contratar un seguro de hogar que cubra los posibles daños causados por los okupas y las gestiones legales para desalojarlos.
Si a pesar de estas medidas se produce una ocupación, los cerrajeros aconsejan actuar con rapidez y seguir estos pasos:
- Llamar a la policía lo antes posible y presentar una denuncia por usurpación. Si se dispone de pruebas como facturas, escrituras o testigos que acrediten la propiedad y el uso habitual de la vivienda, se puede solicitar el desalojo inmediato por la vía penal.
- Contactar con un abogado especializado que asesore sobre las opciones legales para recuperar la vivienda. En algunos casos, se puede optar por la vía civil mediante una demanda de desahucio por precario o una acción reivindicatoria.
- No intentar entrar por la fuerza ni negociar con los okupas, ya que puede ser peligroso o contraproducente. Tampoco se debe cortar el suministro eléctrico o de agua, ya que puede ser considerado un delito de coacciones.
Además, es importante revisar y mantener las cerraduras y puertas regularmente. Las cerraduras antiguas o desgastadas son más vulnerables a los ataques y pueden ser fácilmente forzadas por los ladrones. Los cerrajeros recomiendan llamar a un profesional al menos una vez al año para revisar las cerraduras y asegurarse de que están en buen estado.
Por último, los expertos recomiendan tomar medidas de seguridad adicionales en caso de estar ausente de la propiedad durante un período de tiempo. Es recomendable instalar temporizadores de luz o dejar la radio encendida para simular presencia en el hogar. También se pueden contratar servicios de vigilancia o pedir a un vecino de confianza que revise la propiedad regularmente.
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