Los habitantes de Calera y Chozas, pueblo de la provincia de Toledo, están atravesando una situación verdaderamente complicada. La preocupación entre los vecinos de este pueblo es cada vez mayor como consecuencia de la alteración del orden público y los numerosos disturbios provocados por los okupas de viviendas de la calle Río Tajo.
Así lo ha hecho saber a este medio un vecino del municipio toledano, que denuncia que estos okupas “se han apropiado de un barrio entero”, y que no se trata de personas que no tienen un techo y se ven obligados a buscar una vivienda, sino de “delincuentes”. “Son ladrones, camellos y trapicheros que se han colado en pisos vacíos. Han convertido el barrio en su base de operaciones y han destrozado todo lo que hay alrededor”, denuncia este vecino.
Los habitantes de Calera y Chozas se quejan de que estos individuos habrían creado un entorno inseguro en el que a las distintas familias del barrio no les sería posible desarrollar una vida con normalidad, ya que desgraciadamente tendrían que convivir a menudo con escenas como robos, tráfico de drogas (que sería la actividad más habitual) o el destrozo de los trasteros de los edificios: “Roban el agua y la electricidad a los vecinos. Rompen las llaves de paso del agua. Hay coches robados en el garaje. ¡Hay tres lápidas robadas del cementerio del pueblo!”.
En Calera y Chozas lamentan la inacción de las autoridades en este sentido, y sienten impotencia de ver cómo estos “delincuentes” campan a sus anchas sin estar sometidos a ninguna restricción por parte de la policía, que solo acudiría cuando en casos de emergencia.
Como temen que esta situación pueda seguir recrudeciéndose, e incluso pueda llegar a producirse un altercado entre propietarios y okupas, los vecinos de Calera y Chozas solicitan de forma urgente la ayuda y mediación de las autoridades para darle una solución cuanto antes a esta problemática que lleva afectando al pueblo desde hace tiempo, pero sobre todo últimamente.
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