La Policía Nacional desarticula una red de narcotráfico en Toledo con siete detenidos y un laboratorio en Ciruelos

La Policía Nacional ha desmantelado un grupo criminal dedicado al tráfico de cocaína y otras drogas con epicentro en Velada (Toledo), deteniendo a siete personas —cuatro hombres y tres mujeres—, entre ellas una pareja de cabecillas con antecedentes por delitos contra la salud pública. La operación, desarrollada entre finales de 2024 y marzo de 2025, incluyó registros en Ciruelos, donde se halló un laboratorio de estupefacientes, y en domicilios de colaboradores en Velada, según informó la institución este 28 de marzo.

Estructura y evidencias

La investigación comenzó al detectarse un punto de venta de drogas en una vivienda de Velada, gestionado por la pareja —un hombre de 41 años y una mujer de 40—. El varón, prófugo con una orden de ingreso en prisión emitida por un juzgado de Cuenca, llevaba seis meses oculto para evadir su captura, requerido también en Benidorm, Ciudad Real, Madrid y Talavera de la Reina.

El 13 de marzo, los agentes interceptaron al principal suministrador —un hombre de Ciruelos— transportando 90 gramos de cocaína hacia Velada. En su domicilio se incautaron 807 gramos de cocaína en roca, 1.850 pastillas de MDMA, 8 gramos de ketamina, 5,25 gramos de “tusi” y una plantación de 200 matas de marihuana, además de dos armas cortas con munición. En el registro a la pareja en Velada, se hallaron 6.000 euros en efectivo, un gramo de cocaína, fármacos para cortar la sustancia y herramientas para robos.

Red jerárquica y colaboradores

La organización operaba en dos escalones: la pareja abastecía a traficantes menores que vendían «al menudeo», con cuatro colaboradores detenidos. En sus domicilios se incautaron 1.070 euros, 26 gramos de marihuana y utensilios para manipular drogas. Los implicados enfrentan cargos por tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas, grupo criminal y reclamación judicial.

Operativo policial

Participaron la Brigada de Policía Judicial y Seguridad Ciudadana de Talavera de la Reina y la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de Toledo. La intervención evitó la destrucción de pruebas al realizarse registros simultáneos en Velada y Ciruelos.