La población de lince ibérico alcanza un máximo histórico con 2.401 ejemplares en la península ibérica>> Castilla-La Mancha lidera la productividad en la conservación de la especie Objetivo CLM La población de lince ibérico (Lynx pardinus) ha registrado un nuevo máximo histórico en 2024, con 2.401 ejemplares censados en España y Portugal, lo que supone un incremento del 19% respecto a 2023. Los datos, recogidos en el informe del grupo de trabajo coordinado por la Dirección General de Biodiversidad, Bosques y Desertificación del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), confirman una tendencia positiva que se mantiene desde hace dos décadas. Del total de individuos, 1.557 corresponden a adultos o subadultos, con una distribución equilibrada entre sexos (708 machos y 706 hembras identificadas). Además, se han contabilizado 844 cachorros nacidos durante el año, lo que eleva la tasa de fecundidad a 1,8 crías por hembra reproductora. El número de estas últimas ha ascendido a 470, acercándose al objetivo de 750 necesario para declarar a la especie en «estado de conservación favorable». Castilla-La Mancha se posiciona como la comunidad autónoma con mayor productividad, al albergar 942 ejemplares (el 46% de la población española). Le siguen Andalucía con 836, Extremadura con 254 y la Región de Murcia con 15. Geográficamente, Sierra Morena concentra el mayor núcleo, con 1.082 linces repartidos entre Jaén, Córdoba, Ciudad Real y Albacete. Los programas de cría en cautividad han sido clave en esta recuperación. Desde 2011, se han liberado 403 ejemplares en zonas aprobadas por las administraciones, como las nuevas áreas de Castilla y León (Cerrato Palentino) y la Región de Murcia. El MITECO gestiona dos de los cuatro centros de reproducción: Zarza de Granadilla (Cáceres) y El Acebuche (Huelva). A pesar del avance, persisten retos. En 2024 se registraron 214 muertes no naturales, de las cuales 162 (el 75,4%) fueron por atropellos. Esto refuerza la necesidad de aplicar la Estrategia de Conservación del Lince Ibérico y la Estrategia Española de Infraestructura Verde, aprobadas para reducir la fragmentación de hábitats. La colaboración entre administraciones, propietarios de fincas y fondos europeos (como el programa LIFE) ha sido fundamental. No obstante, el camino para garantizar la viabilidad a largo plazo de la especie —endémica de la península ibérica— aún requiere ampliar las áreas de reintroducción y consolidar las poblaciones existentes. |
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