El paro registra su mejor noviembre desde 2007 con una caída interanual del 6,23%

El desempleo en España ha registrado en noviembre de 2025 su cifra más baja para este mes desde 2007, con un total de 2.424.961 personas inscritas en el SEPE, según los datos publicados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social. La caída mensual ha sido de 18.805 personas (-0,77%), mientras que en términos interanuales el descenso alcanza 161.057 parados (-6,23%).

La reducción ha sido generalizada en todos los sectores económicos: Servicios (-13.013 personas, -0,73%), Industria (-1.552, -0,82%), Agricultura (-1.332, -1,74%) y Construcción (-881, -0,51%). El Colectivo Sin Empleo Anterior también disminuyó en 2.027 personas (-0,88%).

Las mujeres lideran la mejora laboral: el desempleo femenino se redujo en 14.370 personas (-0,97%) en noviembre, acumulando una caída interanual de 90.705 paradas (-5,83%), la menor cifra para este mes desde 2008. Entre los hombres, el descenso mensual fue de 4.435 personas (-0,46%), con 958.866 desempleados en total. Los jóvenes menores de 25 años experimentaron una reducción del 2,83% (-5.476), situando su cifra en 188.322, la más baja de la serie histórica para noviembre.

Por comunidades autónomas, once registraron caídas, destacando Andalucía (-6.934), Comunidad de Madrid (-3.903) y Cataluña (-3.119). Por el contrario, Illes Balears (+2.534) y Castilla y León (+1.035) encabezaron los aumentos.

En noviembre se firmaron 1.296.203 contratos, de los cuales 534.997 fueron indefinidos (41,27%). En cuanto a las prestaciones por desempleo, octubre cerró con 1.773.677 beneficiarios (+0,9% interanual), una tasa de cobertura del 77,71% (+7,7 puntos respecto a 2024), la más alta para un mes de octubre. El gasto medio por beneficiario ascendió a 1.465,3 euros (+31,1%), con un desembolso total de 2.006,45 millones.

Estos datos reflejan una consolidación del mercado laboral español, con mejoras estructurales en sectores clave y una notable reducción del desempleo juvenil y femenino. Sin embargo, persisten disparidades regionales que requieren atención específica, como el repunte en Baleares y Castilla y León, que contrasta con la tendencia general. La histórica tasa de cobertura de las prestaciones subraya, además, el impacto de las políticas de protección social en un contexto de transformación económica.