Las últimas lluvias han hecho que miles de plantas con flor hayan “renacido” sobre los campos de prados y bosques. Esta circunstancia ha favorecido una floración tardía de muchas especies, que hasta ahora no habían tenido una condiciones ambientales óptimas de humedad.
Hay que ser conscientes de los cambios que se están produciendo en el clima, con una tendencia cada vez mayor a fenómenos atmosféricos más extremos, con sequías prolongadas o precipitaciones torrenciales, que afectan cada vez de más a los ciclos fenológicos de plantas y animales, y en consecuencia a la especie humana. Es necesario asumir un cambio en el modelo actual, que en gran medida es responsable de lo que está ocurriendo con el clima, por lo que cada acción personal por pequeña que sea, tiene gran importancia.
Aunque este año no ha sido bueno para la mayoría de las flores, quizás las orquídeas han sido de las más afectadas. Muchas de estas pequeñas maravillas brotan al inicio de la primavera, siendo los meses de abril y mayo los más adecuados para disfrutar de ellas. Aunque dependiendo de las distintas especies, se pueden encontrar en fechas diferentes, en función también de los suelos y los hábitats donde vegetan.
Se presentan en multitud de formas y colores, tratándose de plantas perennes, y aunque no se manifiesten externamente durante el invierno, sus bulbos están bajo la tierra esperando el momento para brotar y desplegar toda su belleza.
La familia Ophrys suele ser la de menor tamaño, y aunque tienen vistosos colores, a veces pasan desapercibidas por esta circunstancia. También muestran cierta predilección por los bordes de caminos, siendo este carácter “ruderal” lo que facilita que sean descubiertas.
Una de las características de sus flores es que tienen formas de insectos, como son las abejas. Se trata de una estrategia para la atracción de las especies polinizadoras, y de esta manera asegurar esta función tan necesaria para preservar la biodiversidad.
En las zonas calizas de la Sierra Norte, es común observar algunas especies como son la flor de abeja amarilla (Ophrys lutea), la flor de araña (Ophrys sphegodes), o la abejera del espejo (Ophrys speculum). Pero también son abundantes géneros en la Sierra Norte como Cephalantera, Orchis o Dactylorhiza, entre otros.
Algunas de las especies de orquídeas se encuentran gravemente amenazadas al tener poblaciones escasas y localizadas en la geografía española. En el caso de Castilla-La Mancha, solo alguna especie se encuentra catalogada, aunque muchas de ellas merecerían mayor protección.
Hay que recordar que está totalmente prohibida la recolección de estas especies, por motivos evidentes para su conservación.
Desde ADEL Sierra Norte se promocionan las actividades de ocio y recreativas, anteponiendo siempre el respeto y las buenas prácticas en el medio natural y la flora y fauna en particular, que representa un patrimonio público y un legado para las generaciones venideras.
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