Es difícil que las personas confíen en la calidad del agua de su ciudad (y la prioricen frente al agua envasada) o hagan un uso responsable de ella si carecen de información básica. Lamentablemente, sucede con frecuencia: la información online sobre el agua de consumo que ofrecen 17 de las 30 capitales de provincia seleccionadas por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) es insuficiente o deficiente. Un problema que se agrava por la dificultad para encontrarla, porque unas veces es a través de la web del ayuntamiento, otras de la empresa gestora del agua o en ambas.
Los peores resultados de Toledo se refieren a la información sobre gestión del agua: faltan datos actualizados sobre la calidad del agua, pero también sobre la eventual renovación de infraestructuras o los planes de inversión, por ejemplo. La poca información sobre tarifas es también habitual, como en muchas otras ciudades, así como sobre formas de promover un uso eficiente del agua y el cuidado de embalses y acuíferos. La capital castellanomanchega tampoco dispone de un servicio de avisos, ya habitual en muchas grandes urbes.
Ciudad Real es la octava ciudad con mejores resultados entre las 30 municipios analizados, sobre todo por la aspectos como la comprensibilidad de los datos, la planificación de la gestión, los análisis y explicaciones sobre la calidad del agua o la facilidad para contactar en caso de problemas. Sin embargo, la información es mejorable en consejos y en las tarifas del agua de consumo.
OCU solicita al Gobierno que el inminente Real Decreto de aguas garantice una información municipal actualizada, completa y accesible sobre el ciclo del agua, su gestión, su calidad, sus tarifas y sus formas de ahorro. Pero también del Sistema de Información Nacional de Aguas de Consumo, que tampoco está diseñada para responder al ciudadano.
Cada día abres el grifo infinidad de veces, ya sea para ducharte, fregar una sartén o beberte un vaso de agua. El agua es un bien escaso y necesario para vivir. ¿Alguna vez te has preguntado por la calidad del agua que bebes? ¿has tenido dudas sobre tu factura del agua? ¿te gustaría reducir su consumo para proteger este preciado recurso? En definitiva, las personas necesitamos información sobre el agua que consumimos. Si eres un usuario bien informado, podrás tener una conciencia clara de cuáles son los problemas que afectan al agua.
Desde OCU se ha estudiado qué información sobre el agua tienes a tu disposición como usuario. Porque la ley establece que los usuarios tienen derecho a la información, pero apenas hay requisitos legales sobre cuál es la información mínima que deben ofrecer los ayuntamientos al ciudadano.
En España existe como punto de información el SINAC, Sistema de Información Nacional de Aguas de Consumo, pero no ofrece información completa ni actualizada y tampoco usa un lenguaje comprensible, según hemos comprobado y denunciado en repetidas ocasiones.
Para estar bien informado, en las webs de las gestoras del agua deberías poder conseguir información relacionada con 6 aspectos clave:
- La calidad del agua. Echamos en falta una herramienta interactiva para consultar datos concretos y actualizados, con todos los parámetros que se analizan y los sitios analizados (grifo consumidor, red, potabilizadora...), con explicación del significado (si está o no dentro de niveles aceptables) y con resultados históricos para poder ver la evolución. Solo hemos encontrado boletines de laboratorios con datos brutos, difíciles de interpretar, y no siempre recientes.
- Precio y tarifas. Habría que explicar la estructura tarifaria, los conceptos que abarca la factura y dar un precio medio por tipo de hogar. Sería necesario visibilizar los mecanismos de acción social para la población vulnerable. Apenas hay información útil como el precio medio del agua o sobre bonificaciones.
- Ciclo del agua. Para implicar al usuario en la protección del agua hay que explicarle cómo funciona el ciclo del agua que incluye suministro, distribución, uso, saneamiento y reutilización. Aquí hemos encontrado información poco detallada y muy densa, salvo excepciones, como Madrid, Barcelona, San Sebastián o Sevilla. Se podría mejorar ofreciendo información sobre el origen del agua, sus tratamientos antes y después de pasar por nuestros hogares. También interesan los datos sobre el consumo medio diario de un hogar y el porcentaje de pérdidas de la red y de agua reutilizada.
- Consejos. En general, falta más y mejor información sobre consejos y cambios de hábitos o sobre la importancia de cuidar los espacios naturales que nutren los acuíferos o los embalses que servirán para el suministro. Se puede mejorar también haciendo públicos los consumos de nuestras acciones rutinarias, fomentando el consumo de agua del grifo para beber y conservando las fuentes públicas.
- Cómo contactar. La mayoría de los municipios analizados tienen oficina virtual y teléfono de contacto, pero apenas hay estadísticas o informes sobre quejas recibidas. Cuando disponemos de datos suelen estar dentro de informes y son difíciles de encontrar. Es deseable que los gestores presenten estadísticas de quejas recibidas para promover la mejora continua y la calidad del servicio.
- Políticas y planificación. La gestión del agua debe hacerse a largo plazo, requiere respuestas planificadas que garanticen el acceso a un agua y un servicio de calidad. La información que encontramos es poca, dispersa, incompleta y difícil de encontrar. Lo más destacable son los compromisos de calidad, pero sin indicadores de seguimiento o de cumplimiento. Falta un mínimo compromiso de servicio (presión, renovación de infraestructuras, resolución de conflictos con clientes, transparencia…) por parte de la empresa gestora, además de un plan de inversión y una política que garantice el suministro en el futuro.
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