La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha alertado sobre los productos cárnicos que, bajo etiquetas como "extratierna" o "muy jugosa", incorporan agua añadida y una variedad de aditivos, lo que eleva su contenido no cárnico entre un 5% y un 40% de su peso. A pesar de ser promocionados como carnes frescas y naturales, muchos de estos productos contienen agua que se retiene mediante aditivos como sal, azúcar, fibra vegetal y estabilizantes, y conservantes como el nitrito sódico o el glutamato, algunos de ellos considerados poco recomendables para la salud, según un estudio de la OCU.
Este fenómeno no se limita a carnes adobadas o marinadas, sino que también afecta a filetes aparentemente sin preparación. A menudo, estos productos tienen un precio superior al de la carne fresca sin agua añadida, lo que puede generar un gasto innecesario, ya que el consumidor paga por el agua infiltrada al precio de la carne. Sin embargo, la OCU señala que, durante su preparación, estos productos no pierden más agua que los que no la incorporan.
La OCU propone que estos preparados cárnicos sean etiquetados de forma distinta a la carne fresca, ya que, según el Reglamento Europeo de Productos Cárnicos, son productos fundamentalmente diferentes. Además, sugiere que se destaque en el frontal del envase que se trata de un "Producto con agua añadida", sin importar la cantidad.
En cuanto a las recomendaciones para los consumidores, la OCU insta a desconfiar de los productos con alegaciones como "extratierno" o "muy jugoso" y de aquellos adobados, marinados o al ajillo. Se relacionan con un mayor riesgo de enfermedades como la diabetes tipo 2 y el cáncer colorrectal, y son desaconsejables para quienes siguen una dieta baja en sal. La organización también ha solicitado al Gobierno la aplicación de un IVA 0% para la carne y el pescado frescos, ya que, según una encuesta interna, más de la mitad de los consumidores ha reducido su consumo de estos alimentos básicos debido al aumento de su precio.
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