Núñez critica a García-Page y acusa al PSOE regional de ratificar políticas de Sánchez en Sevilla

El presidente del Partido Popular de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, ha señalado que Emiliano García-Page aprovechará el Congreso Federal del PSOE en Sevilla para buscar notoriedad enfrentándose a Sánchez, pero finalmente él y sus 80 delegados ratificarán las políticas del líder socialista. Así lo ha expresado durante la sesión plenaria de hoy, retando al PSOE regional a demostrar lo contrario con sus votos.

“Voten en contra de Pedro Sánchez en Sevilla y demostrarán que yo no he dicho la verdad”, ha desafiado Núñez, asegurando que los socialistas castellanomanchegos “no engañan a nadie” y que siempre respaldan las directrices de Sánchez. Según el líder popular, la decisión de votar a favor o en contra en Sevilla no solo implica respaldar a Sánchez, sino también a políticas que afectan a los intereses de Castilla-La Mancha.

Críticas a la armonización fiscal y el modelo de financiación

Núñez también ha cargado contra la propuesta de García-Page sobre una armonización fiscal, afirmando que “en el fondo, pretende subir los impuestos a todos los españoles”. Ha señalado que, en comparación con comunidades como Madrid, Castilla-La Mancha no ofrece una senda de bajada fiscal.

Además, ha cuestionado las posiciones del PSOE regional frente al cupo catalán, acusando a Page de aparentar rechazo en sus declaraciones, mientras que “los diputados socialistas de Castilla-La Mancha en el Congreso votan a favor”.

Propuesta del PP-CLM para la financiación autonómica

El presidente del PP-CLM ha abogado por la unidad y la igualdad entre autonomías en el modelo de financiación, rechazando cualquier negociación individual que favorezca a una sola comunidad. Ha pedido que estas cuestiones se traten en los órganos pertinentes, como el Consejo de Política Fiscal y Financiera y la Conferencia de Presidentes, para garantizar una distribución justa y equilibrada.

Finalmente, Núñez ha reiterado que el PP-CLM no permitirá que los recursos de Castilla-La Mancha terminen “en manos del separatismo catalán”, defendiendo un modelo económico que priorice los intereses regionales.