A pesar de que hay un lógico ambiente de preocupación en lo que respecta al estado de los pantanos y reservas hídricas de Castilla-La Mancha a causa de factores tan relevantes como la sequía, afortunadamente hay varias soluciones que pueden hacerlo todo mucho más sencillo.
Entre otras cosas, los agricultores tienen a su alcance opciones como los fertilizantes orgánicos que les ayudan a maximizar sus cosechas utilizando el mínimo de recursos sin que haya riesgos ni para el medioambiente ni para la salud humana y animal.
Asimismo, existen alternativas capaces de proporcionar al suelo todo lo que necesita. Por ejemplo, los revitalizadores de suelo o soluciones para el control biológico de insectos, así como diferentes bioestimulantes y biofertilizantes.
Una notable bajada en el rendimiento de las cosechas
Lo cierto es que estos temores ante las próximas cosechas están más que justificados, ya que, entre otras cosas, se ha percibido una notable bajada en el rendimiento de estas, debida especialmente a la sequía ocasionada por la falta de lluvias.
No hay duda de que las cifras son descorazonadoras. En el caso de la cosecha del cereal en Castilla-La Mancha, por ejemplo, van a perderse más de 625 millones de euros y en casi toda la región se estima una pérdida de cosecha del 80/90 %.
Para verlo todavía más claro: por norma general, se llega a los 4 millones de toneladas, mientras que este año se prevé que solamente alcanzará 1 millón (aunque esto evidentemente variará en función de las condiciones meteorológicas).
Es hora de mejorar el aprovechamiento hídrico
Hay que pensar más seriamente que nunca en lo necesaria que es una modificación del modelo agrícola con el objetivo de buscar un mayor aprovechamiento tanto del agua como de los recursos, así como un menor empobrecimiento y degradación de los suelos.
No podemos olvidar que en el agua tenemos un insumo vital para la producción agrícola que desempeña un papel fundamental en la seguridad alimentaria, pero, desgraciadamente, no paran de sumarse los inconvenientes como el fenómeno de El Niño que no harán sino complicar las cosas.
Es preciso que el mundo de la agricultura sea más eficiente y, para lograrlo, es necesario que los cultivos puedan aprovechar mejor el agua y los nutrientes, además de desarrollar una mayor capacidad de tolerar las circunstancias que bajan la productividad agrícola como las extremas temperaturas, las sequías o las condiciones de salinidad.
Entre las soluciones más eficaces que llevan tiempo probándose de manera exitosa están los bioestimulantes de nueva generación que, entre otras cosas, favorecen el crecimiento de las plantas, haciendo que estas absorban mucho mejor el agua y los nutrientes y tengan una mayor tolerancia a la sequía y la salinidad.
Las dotaciones de agua son cada vez más escasas y es preciso aprovechar hasta la última gota (la agricultura asume más del 70 % del consumo de agua dulce para la producción de alimentos). Se necesitan soluciones que hagan posibles las cosechas con menos recursos y, por lo tanto, una mayor rentabilidad para los agricultores.
El fenómeno meteorológico de El Niño y sus consecuencias en la agricultura
El fenómeno meteorológico El Niño, previsto dentro del segundo semestre de 2023 y que dejará notar su efecto en los próximos meses, es una clara amenaza para la agricultura a nivel mundial, ya que es previsible que los ya de por sí perjudiciales efectos del cambio climático aumenten con él.
Y no solo estamos hablando de una clara subida de temperaturas, sino que además este fenómeno trae consigo lluvias torrenciales, fuertes sequías y un mayor riesgo de incendios forestales en algunas zonas.
No hay dudas de que la situación es verdaderamente complicada, pero tampoco hay que olvidar que los agricultores cuentan con herramientas a su alcance que pueden hacerla más llevadera. Es vital recurrir a alternativas innovadoras con las que se logrará una mayor productividad a un menor coste, algo que resulta beneficioso para todos.
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