Mujeres que dejaron huella en la historia, María Moliner

María Juana Moliner Ruíz nació en Paniza provincia de Zaragoza el 30 de Marzo de 1900. Hija el médico rural de Paniza, Enrique Moliner Sanz y de Matilde Ruíz Lanaja. Fue la mediana de tres hermanos: Enrique y Matilde

Imagen: Mujeres que dejaron huella en la historia, Maria Moliner
Objetivo CLM - Lucía Ballesteros
Lunes, 18/05/2015 | Nacional | Portada, Sociedad

María Juana Moliner Ruíz nació en Paniza provincia de Zaragoza el 30 de Marzo de 1900. Hija el médico rural de Paniza, Enrique Moliner Sanz y de Matilde Ruíz Lanaja. Fue la mediana de tres hermanos: Enrique y Matilde.

En 1902 se trasladan de Almazán en Soria a Madrid y muy pronto a Madrid donde los hermanos Moliner se educan en la Institución Libre de Enseñanza. Allí, el profesor Ámerico Castro despierta el interés por la lingüística y por la gramática en la pequeña María.

El padre viaja por segunda vez a América en el año 1914. Se establece en Argentina y ya no regresará a España. Ello propició que su madre optara, en 1915, por abandonar Madrid y retornar a Aragón. La familia consigue salir adelante gracias a la aportación económica de Maria que se dedica a impartir clases particulares de Latín, Matemáticas e Historia. Esta forma de vida y sus penosos avatares marcarían, a juicio de sus hijos, la personalidad de Maria Moliner.

Se examina de Bachillerato como alumna libre en el Instituto General y Técnico Cardenal Cisneros de Madrid entre los años 1910 y 1915. Pasa al Instituto General y Técnico de Zaragoza, en 1915 donde finaliza, como alumna oficial, el Bachillerato en 1918.

En Zaragoza se forjó y trabajó como Filóloga y Lexicógrafa en el Estudio de Filología de Aragón bajo la dirección de Juan Moneva. Allí permaneció desde el año 1917 hasta el año 1921 cooperando en la realización del Diccionario aragonés de dicha institución.

Se licenció en Historia en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza, con las máximas calificaciones y Premio Extraordinario. Le siguió su hermana Matilde licenciada también en Historia y con iguales honores, pero en 1925, llegando a ser también cooperante en el Estudio de Filología de Aragón.

Al año siguiente María ganó las oposiciones al  Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos, con destino en el Archivo General de Simancas. En  1924, se trasladó al Archivo de la Delegación de Hacienda en Murcia y años más tarde, a comienzos de los treinta, al de Valencia.

En Murcia conoció a Fernando Ramón Ferrando,  joven licenciado en Física, con  ideología izquierdista similar a la suya. Se casan en 1925 y allí nacen sus dos primeros hijos: Enrique y  Fernando; y en Valencia los dos hijos menores: Carmen y Pedro .De igual manera, en Murcia  fue la primera mujer que impartió clase en la Universidad de Murcia, durante el año 1924. 

Su labor como Bibliotecaria Nacional desde 1929 a 1939 ha sido reconocida de manera expresa durante la República. Su vocación por el archivo, la organización de Bibliotecas y la divulgación cultural, la llevó a meditar sobre ello en varios textos: “Bibliotecas rurales y redes de bibliotecas en España”,  “Instrucciones para el servicio de pequeñas bibliotecas”. 

También dirigió la Biblioteca de la Universidad de Valencia, tomó parte en la Junta de Adquisición de Libros e Intercambio Internacional, fue Vocal de la Sección de Bibliotecas del Consejo Central de Archivos, Bibliotecas y Bibliotecas y Tesoro Artístico,  creado en febrero de 1937, en la que Moliner fue encargada de la Subsección de Bibliotecas Escolares.

Al finalizar la Guerra Civil y una vez fracasada la República el matrimonio fue depurado; él perdió la cátedra, fue trasladado a Murcia, y María regresó al Archivo de Hacienda de Valencia, bajando dieciocho niveles en el escalafón del Cuerpo.

En 1946 su marido recobra la cátedra de Física y se incorpora a la Universidad de Salamanca. La familia se desplaza a Madrid y María se incorpora a  Biblioteca de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Madrid, llegando a ser su Directora hasta su jubilación en el año 1970.

El 6 de julio de 1970 el Ministerio de Educación y Ciencia acuerda su ingreso en la Orden Civil de Alfonso X “El Sabio” en su categoría de Lazo.

Sus últimos años están marcados por el cuidado de su marido enfermo y su deseo de perfilar su “Diccionario de uso del español”. En 1973 sufre una arterioesclerosis cerebral que la va apartando de actividad intelectual. Su marido fallece en 1974 y ella en 1981 en  su casa de la calle Santa Engracia de Madrid, retirada del mundo y rodeada del cariño y cuidado de los suyos.

En 1952 inició su “Diccionario del Uso del Español”, una tarea que le llevó más de quince años de trabajo. Gracias al académico Dámaso Alonso contactó con la Editorial Gredos con la que firmó un contrato en 1955 para la publicación de su Diccionario.

Su Diccionario lo componen definiciones, de sinónimos, de expresiones y frases hechas, y de familias de palabras. Ordena la Ll en la L, y de Ch en la C. Introdujo términos como "cibernética", y agregó una gramática y una sintaxis con numerosos ejemplos.

La primera y única edición autorizada por ella vió la luz entre 1966 y 1967. En 1998 se publicó una segunda edición con dos volúmenes y un CD-ROM. La última fue en septiembre de 2007 y consta de dos tomos.  En el 2008, la Editorial Gredos, edita una versión abreviada en tres tomos para el diario El País.

En 1972 Dámaso Alonso, Rafael Lapesa y Pedro Laín Entralgo la proponen para su ingreso en la Real Academia de Lengua Española; siendo el elegido Emilio Alarcos Llorach. Su rechazo bien pudo ser una mezcla entre su  condición de mujer y  su no pertenencia a la filología académica.

Cuando en 1978 accede a la Academia Carmen Conde, primera mujer admitida, reconoce que ocupa el puesto que le hubiera correspondido a María Moliner con las siguientes palabras: “Vuestra noble decisión pone fin a una tan injusta como vetusta discriminación literaria".

A modo de resarcimiento, en junio de 1973 la Real Academia Española, le concede por unanimidad el Premio “Lorenzo Nieto López”, “por sus trabajos en pro de la lengua". María Moliner lo rechaza, levantada una gran expectación mediática y se convierte en un icono del feminismo.

En abril el Teatro de la Zarzuela estrenará una obra dedicada a Maria Moliner. Un encargo del teatro a Antoni Parera Fons, según ha adelantado Pinamonti, quien ha dicho: "Encargar nuevas obras es siempre un reto difícil para cualquier teatro. El lenguaje contemporáneo ha mirado siempre al pasado con un propósito de desestructuración. Le falta a esa mirada relax. Acepté la propuesta de Paco Azorín -director de escena-. Es un poco de atrevimiento pero puedo decir que Parera tiene el don de saber escribir para la voz humana".

La obra estará dirigida por Víctor Pablo Pérez e interpretada por María José Montiel.

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