Me gusta el fútbol. Hoy, domingo tarde del veintitrés de noviembre, tras una semana complicada de funerales ducales y bienvenidas carcelarias por faralaes, es una de mis mayores satisfacciones semanales
Me gusta el fútbolObjetivo CLM - Angelica Sánchez Me gusta el fútbol. Hoy, domingo tarde del veintitrés de noviembre, tras una semana complicada de funerales ducales y bienvenidas carcelarias por faralaes, es una de mis mayores satisfacciones semanales.
No porque mi equipo vaya el primero en la Liga ni mi jugador favorito esté nominado al Balón de Oro, porque siendo sincera no tengo ni idea qué equipos juegan en la Liga y mucho menos los jugadores que participan en ella y, la verdad, ver cómo veintidós hombres vestidos en pijama de “invierano: pantalón corto y camiseta larga hasta la mano” corren despavoridos lanzando patadas detrás de una pelota, no es algo que me quite el sueño.
Aún así, me gusta. Me gusta cuando un equipo marca un golazo fuera del césped como el que marcó ayer el Rayo Vallecano ayudando a una anciana desahuciada, demostrando que el fútbol es o puede ser algo más que un gran negocio y que también tiene su corazoncito. Su corazoncito ó sentimiento de pertenecer a un comunidad en el que conviven personas de un barrio humilde como lo es Vallecas, donde las penas y alegrías se disuelven como los azucarillos en los cafés que los fieles futboleros del barrio piden antes del partido en el bar donde ponen los partidos, demostrando que es eso, un equipo de barrio que vive consciente de la realidad que afecta a sus vecinos y actúa ante la adversidad unidos como una piña lo mismo que sus seguidores les animan en las victorias y las derrotas “manque pierdan”.
Pero esto debe ser cosa de equipos de barrio, de esos que aunque vivan en la planta baja del Olimpo futbolero siguen manteniendo el espíritu de ser un equipo “de andar por casa”, porque no imagino a los grandes equipos gritando a los cuatro vientos que harán todo lo posible para que una señora de 85 años no se quede en la calle, a menos que lo hagan movidos por alguna razón publicitaria encubierta ó la buena acción que toque por Navidad.
Cosas pequeñas como ésta hacen que te reconcilies con el mundo, que olvides los sainetes a los que nos tienen acostumbrados los políticos días sí y días también, que Isabel II de Inglaterra ya no tendrá que ceder el paso a la Duquesa de Alba si se encuentran en un ascensor y, que este año el menú navideño de la cárcel de Alcalá de Guadaíra constará de “Pollo a la Pantoja” y concierto gratis... Porque esta semana, el “gol” del Rayo Vallecano le ha valido a Carmen ganar la quiniela que posiblemente sea el mejor pleno al quince de la historia.
¡Vamos, Rayo!
Pd. Con noticias como ésta se me enamora el alma, se me enamora… |
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