Los cosméticos son un elemento cotidiano muy útil, por los beneficios que aportan a la piel. Su aplicación más básica es la de limpiar esa suciedad que se halla en el ambiente, así como los desechos propios de la piel. También le ayudan a renovarse, contribuyendo a un proceso natural de desprendimiento de células muertas que puede verse dificultado por agentes como los rayos UVA, el frío extremo, sustancias químicas en el ambiente o una alimentación poco adecuada.
Otra de sus funciones, por lo tanto, es la de proteger, ayudando a mantener el equilibrio del manto hidrolipídico que evita la deshidratación. Y tienen componentes nutritivos que también aportan beneficios, como el organismo necesita ciertas vitaminas para un funcionamiento óptimo.
Según para lo que hayan sido ideados, los cosméticos también ayudan a reparar, preservan la piel frente al envejecimiento, son una buena herramienta para dedicarse tiempo personal y ayudan a lucir mejor aspecto.
Convencidos de los amplios beneficios de los cosméticos, es cierto que no todo el mundo se puede permitir utilizarlos. Su composición puede chocar directamente con determinados tipos de piel, aportando el efecto contrario: irritaciones, alergias y otras molestias. Por lo tanto, hay que ser selectivos a la hora de escogerlos porque, al fin y al cabo, se trata de preservar la salud de un órgano tan importante como la piel.
Alergia al Kathon CG
Expertos en cosméticos para pieles sensibles, como los profesionales de Bionike España, explican lo que significa. Alergia al kathon CG es reacción a un conservante habitual de la industria cosmética, usado en productos de limpieza de uso doméstico e industrial. No es muy conocido entre la población pero, a modo preventivo, resulta útil tener información sobre los posibles efectos adversos que puede generar.
El Kathon CG mezcla dos componentes activos: metil-isotiazolinona y el derivado metil-cloroisotiazolinona, que cumplen funciones contra hongos y bacterias. Se suele usar, en concreto, en cremas hidratantes, bronceadores, maquillajes o geles, entre otros.
Pese a su función, hay personas que presentan sensibilidad alérgica a su contacto, como cuenta de Bionike, y que puede originarse de manera progresiva por exposición constante a bajas concentraciones, o de manera brusca. Un perfil de riesgo es de las personas que padecen dermatitis atópica.
La tienda recomienda repasar bien las etiquetas y desechar los productos que contengan Kathon CG: “Es posible recurrir a los biocosméticos de la marca BioNike, que se rige por la Filosofía Sin: sin perfume, sin conservantes, sin gluten y testados para el níquel”, dicen desde la tienda online.
Prevención de irritaciones
No es el Kathon CG, pues, lo único que puede provocar problemas en la piel. Hay un gran número de cosméticos en el mercado que contienen sustancias proclives a producir daños y alteraciones, caso de maquillajes y humectantes, pero también productos para el cabello o las uñas.
A diferencia de la reacción alérgica, que se produciría tras haber sometido la piel a un cosmético en repetidas ocasiones, la irritación suele aparecer poco después de aplicarse el producto. Ambas manifestaciones, sin embargo, apuntan a una intolerancia a este o a alguno de sus componentes, así que hay que estar alerta.
Las reacciones habituales son la sequedad, el picor con enrojecimiento, las erupciones cutáneas o la dermatitis eccematosa (pequeñas lesiones inflamatorias). De forma ocasional puede aparecer urticaria o manifestaciones más allá de la piel, en forma de fiebre, dificultades para respirar o alteraciones a nivel gastrointestinal.
La ley que regula los cosméticos facilita saber qué componentes llevan los productos, así que solo hay que fijarse y seguir recomendaciones útiles. El maquillaje se debería renovar cada tres meses, se deberían usar productos hipoalergénicos y aplicadores desechables. Además, hay que seguir pautas básicas de cuidado personal, como desmaquillarse siempre e hidratar la piel.
Los celíacos tampoco se libran
Hay labiales que contienen gluten entre sus componentes y que, al contacto directo con la piel o por el consumo que se genera con la saliva, puede acabar afectando a una persona con intolerancia. De hecho, desde Bionike aseguran que cada vez hay más mujeres afectadas.
La clave está en dirigirse a líneas “gluten free”, que abarca barras, lápices de labios y lipgloss. Estos productos se caracterizan por tener una textura suave, ser ricos en ceras y aceites de origen natural, contener principios activos y proporcionar confort y protección a quienes los utilizan. Además, están disponibles en muchos tonos, desde los clásicos rojos, rosas y marrones a unos naranjas, azules o negros más atrevidos.
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