Susan Brownell Anthony, Massachusetts, nació Adams el 15 de febrero 1820. Su padre, Daniel Anthony, fue un maestro cuáquero liberal que administraba una empresa de manufacturas de algodón y militaba activamente en el movimiento antiesclavista; y pensaba que las mujeres deberían obtener tanta educación como ellas quisieran
Mujeres que dejaron huella en la historia, Susan B. AnthonyObjetivo CLM - Lucía Ballesteros Susan Brownell Anthony, Massachusetts, nació Adams el 15 de febrero 1820. Su padre, Daniel Anthony, fue un maestro cuáquero liberal que administraba una empresa de manufacturas de algodón y militaba activamente en el movimiento antiesclavista; y pensaba que las mujeres deberían obtener tanta educación como ellas quisieran. Contaba seis años cuando su familia se trasladó a Nueva York. Asistió a la escuela primaria local y después al colegio fundado por su padre. Completó sus estudios de Pedagogía en un internado de Filadelfia y en un colegio para señoritas en el estado de Nueva York. Al finalizar sus estudios regresó al hogar familiar en Rochester y se dedicó a la enseñanza hasta que cumplió los treinta años. Su activismo político se inició en sus años de formación, guiada por el ejemplo de sus padres. En 1848 se unió al movimiento anti-alcohólico . En él tomó conciencia de las limitaciones que el ser mujer implicaba, incluso en el seno de una organización reformista liberal, y sintió la necesidad de crear un grupo exclusivamente formado por mujeres, la Sociedad Femenina pro Temperancia del Estado de Nueva York. En los 1850 la abolición de la esclavitud era un asunto importante. El Norte estaba en contra y el Sur a favor. Los que estaban en contra fueron llamados “abolicionistas.” Muchos de estos abolicionistas apoyaban a Susan en su defensa de los derechos de las mujeres. Su paso al feminismo se produjo en 1851 cuando conoció a Elizabeth Cady Stanton, la feminista que en 1848 había dirigido la Convención de Séneca Falls, primer manifiesto del sufragismo estadounidense. Stanton se convertiría en su compañera inseparable y ambas encabezarían el feminismo norteamericano durante las siguientes cinco décadas. Desde 1854, Anthony compaginó su activismo feminista con la lucha contra la esclavitud en el seno de la Sociedad Americana Antiesclavista hasta el estallido de la Guerra de Secesión en 1861. En 1856 los abolicionistas le pidieron a Susan que organizara, escribiera y diera discursos en contra de la esclavitud. Los esclavos llegarían a ser libres pero no obtuvieron el derecho de votar. En 1863 fundó la Liga de Mujeres Leales, para liberar a los esclavos de los estados secesionistas del sur. Al finalizar la guerra, siguió defendiendo a la población negra, a la que instó a unirse al movimiento sufragista. Paralelamente, la inseparable pareja Anthoy-Stanton dirigió diversas campañas contra las leyes del estado de Nueva York que discriminaban a las mujeres y pronunció numerosas conferencias por todo el estado. Tras la guerra, las mujeres que habían participado en el movimiento abolicionista comprendieron que la consecución de sus fines era una lucha que debían emprender por separado, sin contar con el apoyo de sus compañeros antiesclavistas, muchos de los cuales no aprobaban el activismo político femenino. La lucha feminista se centró desde entonces en la obtención del derecho al voto. En 1868, Anthony y Stanton comenzaron a publicar en Nueva York el semanario feminista “The Revolution”, que saldría a la calle durante dos años. Anthony se centró en la igualdad salarial para las mujeres y en la mejora de sus condiciones laborales , para lo cual creó la Asociación de Mujeres Trabajadoras de Nueva York. En 1869 fundó con Stanton la Asociación Nacional pro Sufragio Femenino, que comenzó a reclamar la aprobación de una enmienda constitucional que concediera el voto a las mujeres. A partir de 1872, la Asociación exigió para las mujeres de Estados Unidos los mismos derechos civiles y políticos que los concedidos a los varones negros mediante las enmiendas constitucionales decimocuarta y decimoquinta. En las elecciones de ese año, Anthony encabezó una manifestación de mujeres que se presentó ante las urnas en Rochester para ejercer el derecho al voto. Fue detenida dos semanas después y acusada de violar las leyes federales. A la espera del juicio contra ella, recorrió el país dando conferencias, aprovechando el interés público que había despertado su acción. En marzo del año siguiente volvió a presentarse en un colegio electoral de Rochester para votar. Fue juzgada finalmente y condenada a pagar una multa por violación de la ley electoral, a lo que se negó rotundamente Desde 1882 protagonizó, junto a Stanton y Amelia Bloomer, diversas campañas en favor de la igualdad de derechos de las mujeres y la petición del sufragio universal, por considerar que el voto era el instrumento clave para conseguir ulteriores reformas legales. Las campañas en favor del sufragio fueron encaminadas a transformar la legislación laboral, la mentalidad sexista y las costumbres discriminatorias de la sociedad norteamericana. En 1883 viajó por Europa, donde entró en contacto con las organizaciones feministas de Inglaterra y Francia y surgió el proyecto de crear una organización sufragista internacional. Cinco años después, en los actos de conmemoración en Washington del aniversario de la Declaración de Seneca Falls, se estableció el Consejo Internacional de Mujeres, al que se unirían grupos feministas de 48 países. Durante sus primeros años el Consejo fue una organización completamente americana, en la que Anthony desempeñó un papel muy destacado. En 1890 fue elegida presidenta de la Asociación Nacional Americana pro Sufragio Femenino, cargo que ocupó hasta los ochenta años. No dejó de extender el mensaje del sufragismo y la igualdad de derechos, pronunciando conferencias a lo largo y ancho del país. En 1899 se propuso la creación dentro del Consejo Internacional de una organización separada que luchara de forma específica por el sufragio y presionara más directamente a los distintos gobiernos. Tras muchas conversaciones, Anthony participó en la creación de la Alianza Internacional pro Sufragio Femenino durante el congreso del Consejo celebrado en Berlín en 1904. Su labor dentro del movimiento sufragista fue de organización y administración, mientras Stanton se encargaba de escribir la mayor parte de las proclamas y propuestas de la Asociación Nacional pro Sufragio. En 1902, Susan B. Anthony le escribió a Elizabeth Cady Stanton:" Ha transcurrido cincuenta y un años desde que nos conocimos primero y hemos estado ocupadas durante cada uno de ellos, revolviendo el mundo para reorganizar los derechos de las mujeres. ...Poco soñámos cuando comenzamos este concurso…que medio siglo depues seríamos obligadas a dejár el final de la batalla a otra generación de mujeres. . Pero nuestros corazones se llenan de alegría al saber que comienzan esta tarea equipadas de una educación universitaria, con experiencia de negocio, con el derecho libremente admitido de hablar en público - todos los cuales fueron negados a las mujeres hace cincuenta años.” El 13 de marzo de 1906, Susan B. Anthony murió en Rochester, Nueva York, a la edad de 86 años. Actualmente, sus restos se encuentran inhumados en el cementerio de Mount Hope. En Noviembre de 1920, catorce y medio años después, La Diecinueve Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos le garantizó a las mujeres su derecho de votar. El sueño de Susan se había realizado finalmente. En 1979, más de setenta años después de su muerte, se le dio el honor a Susan B. Anthony de que se su retrato apareciera en la moneda de dólar de los Estados Unidos. |
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