Andy Warhol , 1964.
Caja de brilloA mediados de los años sesenta, Warhol extendió su imaginería de productos de consumo al ámbito de la escultura. Evocando una cadena de producción de una fábrica, Warhol contrató a varios carpinteros para que hicieran numerosas cajas de conglomerado de idéntico tamaño y forma a las cajas de cartón de los supermercados. Luego, con la ayuda de Gerard Malanga y Billy Linich, pintó las cajas y les aplicó serigrafías con logos de diferentes productos de consumo: hojuelas de maíz de Kellogg, esponjillas Brillo, jugo de manzana Mott, albaricoques del Monte, y salsa de tomate Heinz. Invitó a los coleccionistas a comprarlas por pilas y, aun cuando no se vendieron bien, las cajas suscitaron mucha controversia. En referencia a sus cajas, Warhol dijo más tarde que "quería algo ordinario," y fue este tema mundano y comercial lo que enfureció a sus críticos. El aspecto perfectamente inexpresivo, "hecho en máquina" de las cajas de Warhol contrastaba fuertemente con las pinceladas gestuales de las pinturas del Expresionismo Abstracto. |
Agregar comentario