Introduciéndonos en la gastronomía guadalajareña, no podemos si no destacar un maravilloso dulce, no solo famoso en toda la provincia sino aquel que da popularidad al pueblo donde lo elaboran.
Y es que la ciudad de Molina de Aragón tiene muchas características que la hacen espectacular, pero la más destacada de todas ellas es la fabricación de este manjar que solo encontraremos en las pastelerías de sus calles.
La pata de vaca es un bizcocho hecho a base de huevos, azúcar y harina, acompañado con una particular crema pastelera que viene de tradición familiar y de la que es imposible hacerse con los ingredientes ya que los molineses guardan este misterio con extremo recelo. Más tarde será empapada con un jarabe para obtener una textura más esponjosa.
Todo esto se consigue en menos de una hora.
La elaboración del dulce molinés, tiene su complejidad a pesar de no durar demasiado. Primero se baten los huevos y se unen a la harina; una vez elaborada la mezcla, se tira con una manguilla a unas bandejas de gran tamaño con el fin de preparar la masa del bollo. Seguidamente, se introduce al horno y una vez cocinada, se incorpora la crema pastelera. Por último, se cortan y se calan de jarabe y azúcar. Seguidos todos los pasos podremos degustar una pata de vaca.
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