Este edificio es un claro ejemplo de la presencia de la orden del Císter en la Península Ibérica. Dentro de un paisaje de ensueño, vigilando el municipio de Córcoles y a tan solo cinco minutos de la localidad de Sacedón (Guadalajara) nos encontramos con esta majestuosa construcción, declarada desde 1931 Bien de Interés Cultural.
Puede presumir de ser el monasterio medieval mejor conservado de la provincia. A pesar de que su construcción data del siglo XIII, actualmente conserva casi todas sus dependencias.
Su casa madre fue el monasterio cartujo de Scala en Tarragona, de donde procedía su primer abad. Se convirtió con el tiempo en un importante foco de peregrinación debido a la devoción que se le procesa a la Virgen de Monsalud, a la que se consideraba abogada defensora ante la rabia, la aflicciones, la melancolía del corazón, los endemoniados y el mal de ojo.
Alcanzo su mayor apogeo en el siglo XVI, tras acumular propiedades de la Alcarria, pero fue ya en el siglo XIII donde los problemas económicos empezaron, deteriorándose la situación hasta la encomienda de la abadía, debido a su emprobecimiento, a finales del siglo XV, en buena parte por la mala gestión de sus abades.
Así fue como perdió importancia a lo largo de los siglos hasta su supresión y clausura en 1835. La edificación aquí construida paso a manos públicas tras la desamortización de Mendizábal (1836)
De este monumento destacaremos la sala capitular formada por dos naves y bóvedas de crucería, cuyos nervios se soportan gracias a dos columnas centrales con capiteles góticos de decoración vegetal y ménsulas del mismo estilo en las paredes.
Actualmente se utiliza como finca para la celebración de bodas.
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