El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha condenado enérgicamente el ataque ocurrido ayer en varias iglesias y parroquias del centro de Algeciras, considerando este acto como un atentado contra la libertad de culto y la convivencia pacífica. En declaraciones a los medios de comunicación, García-Page ha pedido prudencia "para ver en qué acaban las pesquisas judiciales" y ha llamado a la población a mantener "mucha serenidad y mucha calma" en este momento.
El presidente ha expresado su solidaridad con las víctimas del ataque y ha recordado que "no podemos caer en el juego de los extremistas que buscan generar tensión y división entre las diferentes comunidades". Además, ha señalado que "hay gente absolutamente radical en todos lados y eso no significa ni mucho menos un ataque de una religión entera a toda otra religión".
La policía ha informado que el ataque fue perpetrado por un grupo de individuos que entraron en varias iglesias y parroquias del centro de Algeciras y causaron daños en los edificios y en algunos objetos religiosos. Se desconoce aún el motivo detrás del ataque, pero las investigaciones están en curso y se espera que se haga público en las próximas horas.
La comunidad religiosa de Algeciras ha mostrado su consternación por los hechos y ha llamado a la unidad y a la tolerancia entre las diferentes creencias. Al mismo tiempo, ha pedido a las autoridades que se tomen medidas para evitar que este tipo de ataques vuelvan a ocurrir en el futuro.
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