García-Page apoya la quita de deuda autonómica pero rechaza el reparto del impuesto bancario

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha defendido hoy desde Nyíregyháza (Hungría) la coherencia de su postura sobre la quita de deuda autonómica, recordando que su gobierno "lo planteó cuando el presidente era Rajoy, mucho antes que cualquier independentista o cualquier otra Comunidad Autónoma".

"Lo verdaderamente triste sería que ese planteamiento solo fuera para una región", ha señalado García-Page, quien ha explicado que la medida responde a "11 años de retraso en la financiación autonómica" que ha obligado a las comunidades a endeudarse para mantener los servicios públicos. "El Estado no regala nada, simplemente compensa el retraso en la financiación autonómica", ha matizado.

El presidente regional ha criticado la postura del PP, señalando que "resulta incomprensible que no quieran reducir deuda mientras plantean mejorar la financiación y reducir impuestos". En el caso de Castilla-La Mancha, ha recordado que durante el gobierno de Cospedal "se dobló la deuda regional en solo cuatro años, más de 6.500 millones en préstamos, para cerrar hospitales y servicios públicos". "Durante 35 años, Castilla-La Mancha construyó hospitales, colegios, universidades y pidió préstamos para ello", ha contrastado.

García-Page ha lamentado que la compensación para Castilla-La Mancha "no es ni siquiera la que buscábamos, pensábamos que tenía que haber más compensación, al menos para poder quitar toda la deuda que suscribió Cospedal". Sin embargo, ha manifestado que apoyarán la estrategia "porque fuimos la primera comunidad autónoma en España en pedir reestructuración de la deuda y no vamos a llevarnos la contraria por un titular de prensa".

En cuanto al reparto del impuesto bancario, ha mostrado su firme oposición: "Resulta que se les coge dinero a los bancos, a los más ricos, en plan Robin Hood, pero en vez de distribuirlo entre los que más lo necesitan conforme a la población ajustada, va a las regiones más ricas como Madrid y Cataluña". Ha calificado esta distribución como "propia de la extrema derecha" y "reaccionaria", lamentando que "un partido como el Partido Socialista termine tragando con una distribución que va claramente en contra de la igualdad y la cohesión en este país".

"Pongo siempre los intereses de mi tierra por encima de los de mi partido", ha enfatizado García-Page, quien ha añadido que "no recibo consignas de Ferraz y menos aún de Génova". El presidente ha concluido lamentando que el Gobierno central "no haya tenido fuerza para sacar adelante este impuesto sin necesidad de plegarse a las exigencias de Puigdemont".