Fuentenovilla revive su Fiesta de los Mayos con un mayo de 21 metros y cantos ancestrales bajo las estrellas>> Alonso Martínez, el quinto de 2025, lidera una tradición que une a generaciones en torno al esfuerzo colectivo y la identidad local Objetivo CLM Fuentenovilla (Guadalajara) ha celebrado con fervor su Fiesta de los Mayos, un ritual que fusiona devoción, esfuerzo colectivo y tradición. Durante el 30 de abril y el 1 de mayo, vecinos de todas las edades participaron en el corte, transporte e izado de un majestuoso chopo de 21 metros, elegido por Alonso Martínez, el único quinto del año, quien asumió el protagonismo tras alcanzar la mayoría de edad en enero. El corte del mayo: un esfuerzo comunitario La jornada comenzó en la chopera de la Fuente del Oso, donde decenas de mozos, guiados por el veterano Pedro Juan de Lara, 'Perico', cortaron el árbol bajo un cielo nublado. La tarea, cargada de simbolismo, incluyó la limonada tradicional preparada por la familia de Alonso, compartida en un ambiente de hermandad. "Es una tradición muy bonita, donde todo el pueblo colabora", destacó Perico, quien asumió el liderazgo ante la ausencia de su tío, histórico referente de la fiesta. El traslado del tronco hasta el Corralón, tras la iglesia, revivió métodos ancestrales: antaño, los mozos cargaban el mayo a hombros durante kilómetros. Esta vez, el uso de remolques facilitó el proceso, aunque el izado en la plaza —con la ayuda de dos "cabrillas" (estructuras de palos cruzados)— demandó tres horas de esfuerzo coordinado. "Sin organización, esto sería imposible. Hay que escuchar a quien sabe", explicó Perico, mientras el mayo se alzaba imponente sobre los tejados, con la iglesia como testigo. Cantos, rondas y emoción bajo la lluvia Al filo de la medianoche, el pueblo se congregó frente a la picota para entonar los Mayos a la Virgen, un canto ancestral que resonó entre las calles empedradas. Posteriormente, Alonso, acompañado de la comitiva, inició la ronda nocturna para cantar a las mozas solteras, comenzando por la casa de la alcaldesa, Montserrat Rivas, quien agasajó a los participantes con moscatel y bollos. Pese a las amenazas de lluvia —con relámpagos y algunas gotas—, la tradición se mantuvo incólume. "Me emociona que esto se haga como siempre: subir el mayo a la antigua usanza es un orgullo", confesó Alonso, heredero de una tradición familiar profundamente arraigada. La ronda se extendió hasta las cuatro de la madrugada, recorriendo cada hogar donde habitan jóvenes solteras. Cierre con sabor a comunidad Este 1 de mayo, los quintos recorrieron el pueblo para recaudar la "cuota del mayo", fondos que financiarán una barbacoa comunal como broche final a la celebración. Este evento no solo cierra dos días de intensa actividad, sino que anticipa las fiestas patronales de Fuentenovilla, reforzando la unión vecinal. La edición de 2025 reafirmó el papel de la Fiesta de los Mayos como pilar identitario. Entre cantos, esfuerzo compartido y risas bajo la lluvia, Fuentenovilla demostró que algunas tradiciones, lejos de apagarse, crecen tan altas como sus mayos. |













































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