La localidad de Cogolludo ha celebrado este fin de semana la tradicional Fiesta de Santa Águeda, declarada de Interés Turístico Regional. Como es tradición, la Asociación de Mujeres de Santa Águeda ha designado a una Alcaldesa Mayor, responsabilidad que este año ha recaído en Gema Ayllón, y a una Alcaldesa de Honor, título que ha recibido la reconocida repostera alcarreña Fátima Gismero.
Gismero, natural de Pioz, ha agradecido el nombramiento destacando la importancia de la tradición en su oficio. “Sin tradición no hay evolución. No podemos olvidar quiénes somos ni de dónde venimos”, afirmó. La repostera subrayó la creciente presencia femenina en la panadería y pastelería profesional: “Vamos avanzando, cada vez hay más mujeres en el sector, asumiendo cargos de responsabilidad”.
Reivindicación y tradición en la Fiesta de las Águedas
La festividad comenzó el viernes con el tradicional volteo de campanas en la Iglesia de Santa María. Posteriormente, en el salón de plenos del Ayuntamiento, Rafael Pérez, teniente de alcalde de Cogolludo, entregó el bastón de mando a la Alcaldesa Mayor, Gema Ayllón, quien recalcó la importancia de la fiesta como símbolo de empoderamiento femenino.
El sábado, la jornada arrancó con la recogida de la Alcaldesa de Honor en su domicilio, donde fue recibida con el tradicional canto de bienvenida. Ataviada con el traje típico de la comarca, Fátima Gismero recorrió las calles de la villa junto a la comitiva festiva, acompañada por la charanga Los Maniseros. En el Ayuntamiento, Ayllón le impuso la banda honorífica y le entregó el bastón de mando.
Tras el acto institucional, la celebración continuó con la misa en honor a Santa Águeda en la Iglesia de Santa María. Decenas de mujeres realizaron una ofrenda floral a la imagen de la santa, seguida de la tradicional procesión por las calles de Cogolludo, que este año pudo desarrollarse con normalidad.
Un fin de fiesta con sabor tradicional
Las actividades festivas se extendieron hasta la tarde con una degustación de limonada y dulces típicos en la Plaza Mayor, seguida de actuaciones de jotas y danzas tradicionales interpretadas por grupos de niños y jóvenes. A mediodía, el Salón Rico del Palacio Ducal acogió la tradicional comida de hermandad, con la participación de 135 personas.
Fátima Gismero, emocionada por su experiencia en la festividad, anunció su intención de regresar el próximo año y adelantó que podría hacerlo con una nueva receta inspirada en Santa Águeda.
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