El pabellón Quijote Arena de Ciudad Real ha acogido este sábado la final de la liga nacional de Kickboxing, con un gran balance por parte de organizadores y participantes.
Más de 300 deportistas y 600 combates se han dado cita en el evento, procedentes de 11 comunidades autónomas e incluso una delegación de Argentina. El coordinador de la liga, Mario Cuerdo, ha valorado "muy positivamente esta primera experiencia" en la ciudad. "Estamos encantados con la acogida, está saliendo todo sobre ruedas", afirma.
Asimismo, Cuerdo avanza que "contamos con Ciudad Real para el año que viene", ya que "el pabellón es increíble y le ha encantado a la gente". También el Ayuntamiento se muestra satisfecho con la organización y el desarrollo del Open.
Uno de los momentos más emotivos ha sido la participación de deportistas en la competición inclusiva. En definitiva, un gran éxito de esta cita que confirma a la capital como una futura sede clave para el Kickboxing nacional.
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