La estimulación espinal transcutánea mejora la marcha en personas con lesión medular incompleta, según estudio del IDISCAM>> Investigación pionera demuestra la eficacia de la estimulación no invasiva combinada con entrenamiento robótico Objetivo CLM Investigadores del Hospital Nacional de Parapléjicos y de la Universidad de Castilla-La Mancha, pertenecientes al Grupo de Investigación en Fisioterapia Toledo (GIFTO) del Instituto de Investigación Sanitaria de Castilla-La Mancha (IDISCAM), han demostrado que la estimulación espinal transcutánea es eficaz para recuperar la marcha en personas con lesión medular incompleta. El estudio, publicado en la revista Journal of NeuroEngineering and Rehabilitation, revela que la combinación de estimulación espinal transcutánea, aplicada mediante electrodos adheridos a la espalda, y entrenamiento robótico mejora la fuerza de los miembros inferiores y la capacidad de caminar en pacientes con lesión medular incompleta en fase subaguda. Hasta ahora, la estimulación eléctrica de la médula espinal había demostrado su eficacia con electrodos implantados quirúrgicamente. Sin embargo, este estudio controlado es el primero en confirmar la efectividad de la estimulación transcutánea, un método no invasivo. En el ensayo clínico participaron 27 pacientes, que recibieron 20 sesiones de estimulación espinal transcutánea junto con un programa de rehabilitación basado en entrenamiento robótico de la marcha. Un mes después del tratamiento, los pacientes que recibieron estimulación espinal mostraron una recuperación significativamente mayor en la fuerza de sus extremidades inferiores y mejoras en pruebas funcionales como la velocidad de la marcha y el equilibrio dinámico, en comparación con aquellos que recibieron una estimulación placebo. Además, el 85,7 por ciento de los pacientes que recibieron estimulación espinal y entrenamiento robótico lograron caminar al finalizar el estudio, frente al 43,1 por ciento de los tratados únicamente con entrenamiento robótico. El estudio también evaluó la seguridad y tolerabilidad de la técnica, registrando solo efectos secundarios leves, como enrojecimiento de la piel y sensación de hormigueo en las extremidades inferiores durante la estimulación en algunos pacientes. La investigación ha sido coordinada por el catedrático Julio Gómez-Soriano de la Universidad de Castilla-La Mancha, con la participación de los doctores Mónica Alcobendas y Ángel Gil, así como de la fisioterapeuta Esther López. También han intervenido los profesores Juan Avendaño, Diego Serrano, Álvaro Megía-García y Natalia Comino de la Universidad de Castilla-La Mancha. Asimismo, han colaborado la Universidad Rey Juan Carlos (Antonio J. del Ama), el BioRobotics Group del Centro de Automática y Robótica del CSIC y su Unidad Asociada de I+D+i del Hospital Nacional de Parapléjicos al CSIC (Juan C. Moreno). |
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