España consolida su liderazgo turístico con récord histórico de gasto en julio pese a la ralentización de llegadas>> Los visitantes internacionales desembolsan 210 euros diarios de media, un 6,9% más que en 2024, impulsados por el alojamiento y las actividades JLuis Martínez | Objetivo CLM Noticias El verano de 2025 ha reforzado el atractivo de España como destino premium. Según los informes FRONTUR y EGATUR del Instituto Nacional de Estadística (INE), julio cerró con 11 millones de turistas internacionales —un 1,6% más que en el mismo periodo de 2024— y un gasto récord de 16.452 millones de euros (+6,1%). Este desembolso, el más alto registrado en un mes de julio, refleja una tendencia clave: los viajeros pagan más por experiencias de calidad, incluso en un contexto de moderación en el crecimiento de llegadas. Mercados emisores: contraste entre tradición y emergentes Reino Unido revalidó su posición dominante, aportando 2,1 millones de visitantes —el 0,7% más que el año anterior— y un gasto de 2.902 millones (+1,9%), equivalente al 17,6% del total. Sin embargo, el dinamismo procedió de otros focos: Estados Unidos incrementó sus llegadas un 5,1%, mientras Italia y los países nórdicos lideraron el aumento en gasto con subidas del 13,3% y 11%, respectivamente. En contraste, mercados históricos como Alemania y Francia registraron caídas tanto en turistas (-4,8% y -3,1%) como en desembolso (-5,3% y -2,1%), señalando un rebalanceo geográfico. Motor económico: alojamiento y ocio como ejes El sector hotelero emergió como gran beneficiado, captando 63,4% del gasto total (+6,3%), con 7,27 millones de huéspedes en sus establecimientos. Los viajeros priorizaron inversiones en actividades (3.035 millones, +7,2%) y transporte internacional (3.109 millones, +7,9%), mientras reducían el presupuesto en manutención (+3,6%), el rubro con menor crecimiento. Este patrón responde a una demanda creciente de turismo experiencial, donde el gasto medio diario alcanzó 210 euros —6,9% más que en 2024—, con picos de 238 euros en visitantes del resto del mundo. Perfil del viajero: ocio prolongado y negocios en alza Nueve de cada diez turistas llegaron por motivos vacacionales, generando 14.934 millones (+5,8%). No obstante, el turismo de negocios mostró vitalidad: aunque solo representó el 5,1% de las llegadas, su gasto creció un 25% interanual, hasta 565 millones. La duración media se mantuvo en 7,1 días (-2,4%), con predominio de estancias de 4 a 7 noches (5,3 millones, +1,7%), mientras los excursionistas sin pernoctación aumentaron un 2,4%. Distribución territorial: el Mediterráneo como imán Illes Balears consolidó su hegemonía estival, recibiendo 2,56 millones de visitantes (23,3% del total), seguida de Cataluña (2,35 millones) y Andalucía (1,36 millones). Estas tres comunidades concentraron el 57% del flujo, reforzando su papel como polos de sol y playa. Destaca además el repunte de Canarias, que incrementó su cuota durante los siete primeros meses del año, según datos acumulados. Perspectiva anual: sostenibilidad del modelo Entre enero y julio, España superó los 55,5 millones de turistas (+4,1%) y 76.074 millones en gasto (+7,2%). Este desacoplamiento entre volumen de visitantes y desembolso —donde el segundo crece casi el doble que el primero— apunta a una mayor rentabilidad por viajero, estrategia que el INE califica como “maduración hacia un turismo de valor añadido”. Con proyectos en marcha para diversificar mercados y productos, el sector afronta el último trimestre con expectativas de cerrar el año en máximos históricos. |

































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