Más que una fortaleza, más que un monumento, el Castillo de Belmonte es uno más de los tesoros que recoge La Mancha
Castillo de BelmonteObjetivo CLM - Pilar Díaz Más que una fortaleza, más que un monumento, el Castillo de Belmonte es uno más de los tesoros que recoge La Mancha. A las afueras de Belmonte, una pequeña villa de la provincia de Cuenca, se encuentra este edificio, tan singular por su majestuosa apariencia prácticamente igual que la que tenía en el momento en el que se construyó, además de por su especial estructura. Fue construido en la segunda mitad del siglo XV, para satisfacer las necesidades defensivas del marqués de Villena a la par de servir como residencia lujosa, acorde con las ansias de poder de éste y la influencia de don Juan Pacheco. Lo más destacable de su estructura, es sin duda alguna su planta, denominada de “estructura atenazada” y con forma de estrella, algo único en este tipo de construcciones. Los torreones cumplen una doble función, como contrafuertes y como defensa de las partes más vulnerables. Además de encontrarse todo el recinto rodeado por una barrera de exquisita forma que defendía las partes más bajas. Su interior, un sublime escenario palaciego, formado por lujosas techumbres mudéjares, así como un “bestiario medieval” esculpido en piedra. Todo esto hace de este castillo uno de los más emblemáticos de España, obteniendo su reconocimiento como Bien de Interés Cultural y de Monumento Histórico-Artístico. Proyecta un gran interés turístico, debido a la gran variedad cultural que recoge en su interior. Adentrándonos en el conoceremos la vida de un castillo medieval e incluso las vicisitudes de la guerra de sucesión en Castilla en la segunda mitad del siglo XV. Nos trasladaremos también a la mitad del siglo XIX donde su propietaria por aquel tiempo Eugenia de Montijo, emperatriz de Francia, ordenó restaurarlo dotándole de una decoración en sus salas que muestra su apasionante vida. Como no podía ser de otra manera, ha sido el escenario o marco de múltiples producciones, como “El Cid”, “Los señores del Acero”, “Juana la Loca” o “El caballero Don Quijote”. |
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