Disparados. Es el calificativo más idóneo para definir la evolución de los contagios por coronavirus en la última semana del año, tanto en La Solana como en toda su comarca y el resto de la provincia en su conjunto.
Los datos por municipios del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha correspondientes la Semana 52 (la última del año) son suficientemente reveladores. En La Solana se declararon 274 nuevos positivos, la cifra más alta desde que hay registros. Sin embargo, no es ninguna excepción si lo comparamos con el comportamiento general de municipios cercanos, donde la incidencia también crece de forma galopante. Por ejemplo, Valdepeñas ha declarado 467 casos, Manzanares 255, Tomelloso 320 y Daimiel 393. Por no hablar de pequeños núcleos como Alhambra, que ha reportado 17, o San Carlos del Valle con 11. Infantes también escala hasta los 85 nuevos positivos. En ese contexto de subida global, destacan igualmente Puertollano con 590 y Ciudad Real capital con 1.404 en solo siete días. Y todo hace pensar que los contagios reales son muchos más que los oficiales.
Con todo, las diferencias respecto al año pasado son notables. La Solana fue ‘cerrada’ perimetralmente por las autoridades sanitarias tras los datos de la penúltima semana de 2020, que declaró 148 contagios. Un año después, con casi el doble de casos, no hay limitaciones de movilidad en ningún municipio. La razón principal hay que buscarla en la presión hospitalaria, mucho menor que hace un año a pesar de multiplicar los contagios oficiales. Discutir a estas alturas la utilidad de la vacunación es tan legítimo como incomprensible. En cualquier caso, la sexta ola no ha encontrado todavía su cresta.
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