“Una cesta de la compra bien elaborada debe contener un 60% de hidratos de carbono, a ser posible complejos, un 30% de grasas cardiosaludables y un 15% de proteínas”. Estos son los pilares de una alimentación responsable y equilibrada, tal y como ha explicado esta mañana Mari Carmen del Campo, vocal de Alimentación del Colegio de Farmacéuticos de Ciudad Real, durante la charla con la que han dado comienzo las IV Jornadas Locales de Sostenibilidad, organizadas por el Ayuntamiento de Ciudad Real, en las que colabora el colegio profesional ciudadrealeño.
Medio centenar de personas han asistido a la charla y a un taller práctico en el Mercado de Abastos ciudadrealeño que ha incluido un recorrido por los 47 puestos que ofrecen al público todos los productos que componen la pirámide alimentaria, con una explicación detallada por parte de Del Campo de las características de cada producto.
Antes de esta actividad, la concejala de Sostenibilidad del Ayuntamiento capitalino, Rosario Roncero, ha dado la bienvenida al público presente en el patio del Mercado, junto al presidente del Colegio de Farmacéuticos, Julián Creis, y ha animado a la ciudadanía a aprovechar la calidad y la variedad de los productos que se ofrecen en el Mercado, así como a disfrutar de la experiencia que supone la cercanía y conocimiento de todos los profesionales que trabajan en él, “que nos puede ayudar a completar mejor nuestra alimentación a buen precio”.
Por su parte, Julián Creis ha señalado que los conocimientos sobre nutrición del colectivo de farmacéuticos pueden ser muy útiles para la ciudadanía a la hora de llevar una dieta completa y variada y destacó, además, la importancia de la proximidad cuando hablamos de comprar alimentos. “Cuanto más cercana sea la producción y su adquisición, mucho mejor se conservan las propiedades hasta que los alimentos llegan a nuestra mesa”, ha indicado.
Variedad de nutrientes y cantidades moderadas en cada comida
Del Campo, por su parte, ha explicado que la variedad y las cantidades moderadas en las raciones son fundamentales, junto a la actividad física en el día a día y que “es muy importante que quien se encarga en cada hogar de realizar la compra conozca bien cuáles son las necesidades nutricionales básicas, de modo que puedan repartirse los alimentos necesarios para una dieta rica en una buena planificación semanal”.
De este modo, lo ideal sería realizar cinco comidas diarias, con una distancia entre ingestas de unas tres horas, “de forma que el metabolismo no entre en modo ahorro”, y si la cena es temprana, existe hasta la posibilidad de realizar una pequeña ‘recena’ antes de dormir.
Del Campo, finalmente, recordó la importancia de masticar despacio, además de desterrar mitos como que la fruta “engorda” después de las comidas, o que el pan también lo haga, pues “es un hidrato de carbono con unas calorías concretas, razón por la cual, que engorde o no depende de con qué lo acompañemos y qué comamos durante el resto del día, así como de nuestra actividad física, no de el pan en sí mismo”.
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