Cada vez que escuchamos esta frase hecha nos vienen a la mente varias interpretaciones, pero casi nunca nos quedamos con la que literalmente muestran estas cuatro palabras…”Volar por los aires”. Hacerlo en ParaMotor, para aquellos que lo practican, es la sensación más plena de libertad que se puede llegar a experimentar…
El hombre desde que es consciente de sí mismo, entre muchas otras cosas, siempre ha anhelado volar, surcar el cielo, sentirse como un pájaro y ver desde otra perspectiva la tierra y los mundos que les rodean. Alejarse del mundanal ruido y abrazar esa especie de espiritualidad que debe envolvernos cuando uno se encuentra solo con sus pensamientos ahí, en las alturas.
Deporte, cultura, turismo, fotografía, todas son actividades que se entremezclan dentro de un deporte que nos permite conocernos a nosotros mismos, disfrutar del medio que nos rodea y acercarnos desde las alturas a diferentes puntos de nuestra región que un muchos casos serían inaccesible en nuestra vida ordinaria.
Son puñado de valientes, no solo en Ciudad Real, sino en toda Castilla-La Mancha los que cada vez que pueden practican Paramotor, si las condiciones atmosféricas se lo permiten, preparan sus equipos y se lanzan a surcar los cielos manchegos en sesiones que dependiendo de si el viento que sopla les acompaña o no podrían oscilar entre una y tres horas de vuelo y disfrute.
También es cierto, según me comentaba Juan Pedro Mateos Aparicio, practicante de este hermoso deporte, que “después de estar preparando durante varios días una salida, puede llegar el momento en cuestión y quedarte en tierra”, haciendo clara referencia al hecho de que aquí las condiciones climatológicas son esenciales para la práctica segura de este deporte.
Cuando vemos a estos valientes en el aire nos preguntamos, que les empuja a arriesgar tanto cuando deciden “volar por los aires”. Mateos Aparicio lo tiene claro “la visión de todo desde ahí arriba es distinta, sin duda, lo mejor de todo, la sensación inigualable de libertad completa que sientes en el aire”. No solo son estas sensaciones, sino el encontrarse con gente que comparte estos mismos gustos, hace que la afición por el Paramotor se multiplique al compartir experiencias.
Este próximo fin de semana por ejemplo, la localidad toledana de Sonseca celebrará la VII Concentración de Paramotor “Villa de Sonseca”. Concretamente será el sábado 14 cuando se podrá disfrutar de las diferentes rutas alternativas programadas para todos los aficionados. En concreto si la climatología lo permite se podrá sobrevolar las zonas que comprenden los parajes del Castillo de Guadamur, el Palacio del Castañar o atravesar el Pantano de Finisterre en Mora.
El equipo que se necesita para disfrutar del Paramotor no es muy complejo, aunque eso sí, es necesaria una continua revisión de todos los materiales ya que nuestra seguridad dependerá de la fiabilidad de los mismos y de su mantenimiento. Si queremos estar seguros ahí arriba es esencial una mantenimiento de seguridad cada vez que se vuela y uno cada más o menos 50 horas de vuelo para controlar aspectos más complejos como las bujías o la carburación. Para elegir motor, parapente y paracaídas deberemos tomar como referencia el peso de la persona que vaya a pilotar. El coste de un equipo completo básico puede rondar los 7.000 €.
Alguien me dijo cuando era pequeño que “la ilusión y la alegría de un niño nunca se le debe quitar bajo ningún concepto”, solo espero que les permitamos seguir soñando… Recordad que en esta vida, en algún momento “todos acabamos arrastrando…”. He dicho.
El Rey del Arrastre
Jesús Flores
Periodista Deportivo
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