La imagen del Cristo del Amor fue acompañada por numerosos fieles en el habitual recorrido en la noche del Miércoles Santo, con el tradicional Vía Crucis de Penitencia, que parte de la parroquia de Santa Catalina a las once de la noche, para meditar las catorce estaciones en los puntos habituales en los que se realiza la parada para escuchar las lecturas y la meditación.
Los cánticos penitenciales acompañaron en todo el recorrido, mientras que las lecturas recordaban cada uno de los momentos que se reflejan en las estaciones, siendo realizadas por asistentes de distintas edades, mientras que las meditaciones corrieron a cargo del párroco de Santa Catalina, retornando al templo de salida pasadas las doce y media de la noche.
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