Boina Fest 2025 busca artistas de Castilla-La Mancha para combatir la despoblación desde un pueblo soriano de 40 habitantes

El Boina Fest, primer festival contra la despoblación de España, cumple 11 años reivindicando la vida en el medio rural desde Arenillas (Soria), un municipio de 40 habitantes que ha logrado mantener su población gracias a iniciativas como 7 viviendas de alquiler social y una tasa de natalidad que triplica la media provincial. En 2025, el evento busca artistas nacidos o residentes en los 1.710 municipios de la España vaciada —incluidas las provincias de Guadalajara y Cuenca en Castilla-La Mancha— para actuar el 9 de agosto.

Convocatoria y criterios de participación

• Inscripciones abiertas hasta el 28 de marzo en boinafest.es/tocar.
• 3 artistas seleccionados compartirán cartel con nombres aún por confirmar, siguiendo la tradición de ediciones anteriores que incluyeron a Rozalén, Funkiwis o Bewis de la Rosa.
• Zonas prioritarias: Municipios con densidad inferior a 8 habitantes/km² en 16 provincias, entre ellas Soria, Teruel, Cuenca, Guadalajara, Zamora y Cáceres.

Arenillas: un modelo contra el éxodo rural

Arenillas, ubicada en la «zona cero» de la despoblación, ha logrado 8 nacimientos en la última década y atrae a miles de visitantes gracias al festival, que acumula 6.000 asistentes y 500 artistas desde su creación. “No solo es música; es una herramienta para visibilizar el reto demográfico y dar oportunidades a talentos de zonas olvidadas”, destacan los organizadores.

Apoyo al festival y cifras clave

• Autogestión y gratuidad: El evento se financia sin ánimo de lucro y ofrece acampada gratuita para facilitar la asistencia.
• Búsqueda de colaboraciones: Necesitan apoyo logístico y económico, contactable en boina.fest.arenillas@gmail.com.
• Redes sociales: Actualizaciones en Instagram, Facebook y Twitter.

Con esta edición, el Boina Fest refuerza su papel como altavoz cultural y demográfico, uniendo a artistas de zonas despobladas con otros de áreas urbanas que “raramente actúan en provincias como Soria”. Un ejemplo de cómo la cultura puede ser motor de resiliencia rural.